Capítulo 2.

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Un aroma dulce y exitoso se apoderaba de mi mente y los rayos del sol ardientes que se colaban por la ventana, atacaban despiadadamente mi cara provocando la desaparición de un sueño enternecedor. Abrir mis ojos me conllevaría a ver la realidad y a vivir en la crueldad. Pero no podía seguir viviendo en un mundo creado por mi imaginación.
Al abrir mis ojos cuidadosamente ya que eran golpeados por los radiantes rayos de luz, pude observar que me encontraba tendida en una cama con unas mantas elegantes que desprendían un olor a rosas.

Llegué a darme cuenta, aunque con un poquito de retraso, de que en la habitanción en la cual me encontraba, no era la mía y pertenecía a otra persona diferente. Me quedé observando el lugar, cuando de repente al fondo de la habitación vi una silueta irreconocible que me hizo temblar en lo más profundo de mí. Alguien se acercaba silenciosamente a mí y gracias a la luz que me impedía ver con claridad, mi corazón no paraba de latir tan rápido y mi respiración se quedó entrecortada. Empecé a sentir levemente un dolor que me hizo recordar la paliza recibida de la noche anterior. Pero este dolor, el que sentía ahora, no se comparaba en nada con lo que sentí al ver aquella escena que mi mente impedía recordar.

- ¡plash!

Un sonido extravagante, me hizo despertar de mi trance mental. No daba crédito a lo que veían mis ojos. Un chico moreno me estaba mirando. Sí, era el mismo. Era aquel que me tendió la mano para ayudarme cuando más lo necesitaba. Era aquel con el que corrí a su lado agarrados de la mano, pero lo MÁS IMPORTANTE ¿Qué hago en su habitación? Igual.....no, no puede ser. Por su cara puedo notar su simpatía y su preocupación ¿por quién? Por mí jajaja.

- Veo que vuelves a sonreir.

- ¿¡eehh!? - Volví a hundirme en mis pensamientos y penurias. Me preguntaba como podía seguir sonriendo como si nada hubiera pasado. ¿Qué acaso no me importaba en absoluto lo ocurrido? ¿acaso no dije que no confiaría en nadie? Qué es esto. No lo entiendo, de hecho no me entiendo a mí misma. No sé qué hago aquí, de repente me siento sola en este mundo podrido. Qué hago para superar esto. La muerte puede ayudarme, pero eso haría que papá y mamá lloraran. Qué hago, qué hago. Mis lagrimas no me estan dejando ver con claridad, se están apoderando de mí. Quiero llorar pero ya me prometí anteriormente que no volvería a llorar. Qué acaso lloro para que alguien me vea y me ayude. Yo soy fuerte, puedo soportar esto y mucho más. No necesito a nadie, ni a mi hermana, ni a Dani, no quiero a nadie.

Solté en llanto como una niña de guardería. Lo siento, pero no pude ser lo suficientemente fuerte. Lo siento.
Disculpándome a mí misma por algo tan estúpido me hace ser aun más estúpida de lo que era. Aquel chico de piel morena se sentó en la cama y me tendió un pañuelo. Creo que era bastante amiguete, más de lo normal, en su casa, en su habitación, a solas...Espera, dios mío realmente voy a acabar golpeándome a mí misma, ¿cómo puedo estar pensando semejantes tonterías?.

Revolviendo mis pelos de un lado a otro como una loca hizo que aquel chico estallara a carcajadas. Ya sabéis, como si una bomba estallara de repente, imposible de parar o arreglar. Frunciendo el ceño le miraba indecisa. Decidí aunque con un poco de sarcasmo hacerle unas cuantas preguntas.

- Perdona, pero ¿quién eres? ¿acaso te conozco de algo?

- No sé si lo recuerdas, pero hubieron unos dos hombres fuertes que intentaron hacerte daño y decidí ayudarte. Aunque lo único que hice fue sacarte de allí corriendo- Cuando decía sus últimas palabras había notado que se estaba poniendo rojo, ¿estaba avergonzado?

- No, no te preocupes. Realmente quiero darte las gracias. Me salvaste la vida. ¡Muchísimas gracias!

Mis ojos no parpadearon por culpa de la confusión y mis miradas que representaban las penurias que se encontraban en mi corazón buscaban una consolación. Sus ojos me hacían sentir lo que buscaba con tanta ansiedad. Sus miradas eran cálidas, como si me abrazaran y su voz era tierna como la de Dani. Espera, qué hago comparándolo con él. ¿Acaso me volví loca?.

- jajaja, veo que te encanta estar sumergida en tus pensamientos y olvidar todo lo que te rodea.

- Ahh, lo siento.- dije con una sonrisa y bajando la cabeza de la vergüenza.

- Bueno y ¿dónde vives?¿Puedo llevarte si no te importa?.

- ¿¡eehh!?- es verdad, lo olvidaba. Esta no es mi casa.- No gracias, puedo ir sola. Bueno creo que sería mejor si me acompañaras, me da un poco de miedo ir hasta allí sola.

- jajaja! Te contradices a ti misma. Sí, sí que iré contigo.

- Pues, ¿podrías esperarme fuera?

- Ahh bueno vale como quieras. Me voy, estaré esperándote abajo.

Asentí con la cabeza pero mi mente en la Luna. ¿Como podía volver otra vez a esa casa después de haber sido echada a patadas? Y lo que es más importante ¿como podría volverle a ver? ¿que le diría a Dani? ¿como lo miraría? ¿le diría que tuviste razón y le pidiría disculpas? O ¿le llamo ahora diciendo que voy a casa a recojer mi ropa?. Oh, SHIT! es verdad. Mi ropa estaba en la maleta. Seguramente se habrá deshecho de ella después de ver que no venía. La habrá tirado a la basura...
Me estaba comiendo la cabeza psicológicamente. Quiero que me trague la tierra, ¿por qué no escuché a mamá y me quedé en casa, en vez de venir aquí y no vivir ningún día empaz? Joder, como detesto mi vida.

*****

Hola a Tod@s de nuevo. Aquí os dejo el segundo cap espero que os guste.

VOTEN Y COMENTEN PARA ASÍ PODER MEJORAR EN MI ESCRITURA. GRACIAS POR LEER!.

"La vida no te enseña a ser fuerte, te obliga a serlo."

Sonrisas FalsasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora