Yo era una mujer de 18 años. El color de mi piel era pálido y mi cabello castaño oscuro. Mis ojos eran marrones color canela y mis pestañas eran largas. Nunca utilizaba maquillaje porque era un desastre. Si intentaba pintarme la raya siempre acababa por mancharme la cara.
En mis estudios, mis notas eran más que ejemplares. Cuando era adolescente siempre sacaba sobresalientes y mis profesores me decían que tenía una capacidad intelectual increíble. Fue por eso que empecé a estudiar inspectora de homicidios.
Lo más frustrante era que Dani había muerto y no había llegado a deducir nada. Que a Franklin me lo encontré justamente donde mi hermana trabajaba, y no se me pudo pasar por la cabeza que Lizy y Franklin se pudieran conocer entre ellos. También, pregunté a Franklin si él me conocía a mí y a Dani desde hacía tiempo, y me lo negó totalmente. Es decir, que ahora no puedo confiar en nadie. Tan solo en mí misma.
*****
Seguía sentada en la mesa con Tasya en el bar Dada's. Sorprendiéndome de lo ingenua que era.- Habían algunas cosas que encajaban pero todavía no lograba conprender el motivo de aquel lazo que unía a Lizy y a Franklin.-Tasya, ¿a qué club iba Franklin? ¿Iba todas las noches al mismo?- pregunté desesperada por la respuesta.
-Mmm....Lo siento pero no me acuerdo exactamente de cómo se llamaba el club. Y sí, siempre iba al mismo. Cuando le pregunté por qué tanto le gustaba ir allí, cuando me tenía a mí, decía que él lo veía como un sitio de relax. Vamos que se relajaba viendo a tías desnudándose. Me dan hasta ganas de vomitar. Pero bah, no es como que me siga importando Franklin. Ahora estoy con Leo.
-Me alegro de que al fin y al cabo hayas escontrado a un buen hombre en tu vida. Bueno, me tengo que ir. Voy a llegar tarde a casa- cogí mi bolso, pagué por todas las bebidas y me planteé la idea de buscar un trabajo pronto- Ah, Tasya. No le digas a Franklin que he venido aquí a hablar contigo.
-Sí, no te preocupes. Gracias por invitarme, ya te lo devolveré algún día. ¡Cuídate!- agitaba su mano a los lados en forma de despedida.
Salí corriendo del bar Dada's sin rumbo alguno. Quería ir a ese club en donde Lizy estaba y poder hablar con ella. Pero lo más seguro es que su vida corra peligro. Ya intenté ir anteriormente cuando me llegó el mensaje misterioso de Dani pero en cuanto llegué me tuvo que sacar Fanklin porque me andaban buscando unos hombres. Me dijo Franklin que el mensaje no lo había enviado Dani por lo que evidentemente me habían tendido una trampa. Y que mi hermosa hermana me estaba protegiendo de algo que desconocía. Es decir, que todo este asunto ronda en mí. ¿Acaso soy de alguna familia rica y todo el mundo me quiere por mi dinero? Vale, será mejor que deje de montarme películas en mi cabeza y me vaya directa a casa de Franklin. No quiero que se de cuenta de que he desaparecido.
*****
Había un hombre dándome la espalda con un perro y que se encontraba mirando la casa de Franklin en el jardín. Pasé por su lado y me quedé en blanco al verle la cara. El día en que se estaban repartiendo hostias Franklin y su amigo, éste se fue sin más dejando que se mataran entre ellos.-Ahh ¡Eres tú! El que se fue la otra vez dejando que Franklin y el otro se mataran a puños. ¿Cómo te atreves a venir aquí después de haberle dejado en esa situación? Y realmente, ¿tú te haces llamar su amigo?- se lo reproché a la cara.
-Espera nena, no te cabrees. Esos dos siempre se andan peleando. Estoy harto de sus gilipolleces.
-Ya pero de igual forma...
-Hey, Franklin.
-¿Eh?- me di la vuelta y vi a Franklin. Llevaba una camiseta ajustada que hacía resaltar sus músculos, unos vaqueros cortos que mostraban sus fuertes gemelos y un peinado increíble.
Me quede paralizada al ver que caminaba en mi dirección. Mi corazón latía muy rápido, más de lo habitual, sentía como la temperatura de mi cuerpo iba incrementando y cómo el oxígeno dejaba de entrar a mis pulmones- Tantas sensaciones a la vez son malas para mi salud- me dije interiormente.-¿Lizly? ¿Qué haces aquí?- me preguntó confuso- Jessy me dijo que habías salido para comprarte ropa. No deberías de haber salido sola. A la próxima, iré contigo.
-Ah, vale- la preocupación se había desvanecido gracias a que Jessy me había salvado el pellejo.
Bob: -Bueno, Franklin. Te dejo a Chop aquí. Ya veremos que hacer con Jason.
Franklin: -De acuerdo.
Bob: -Adiós preciosa- me susurró en el oído cuando se dio la vuelta para marcharse.
-Será mejor que te mantengas alejada de ese pervertido- me advirtió Franklin- Es un violador en serie, ¿verdad, chop?- le hablaba al perro.
-Entonces, ¿por qué te juntas con gente así?
-Porque son los únicos en los que puedo confiar.
Nos dirigimos por detrás de la casa, para meter al perro en su futuro hogar.
-Ah, y ¿ese perro es tuyo?- pregunté intrigada señalando al perro.
-Sí, se llama Chop.
-Y, ¿por qué el tenía tu perro?-me encontraba confundida o, más bien, parecía que le estaba interrogando.
-Pues para que me lo entrene. ¡Mira! Chop, dale la pata a Lizly- efectivamente el perro me dio su pata en forma de saludo- Ves, si es que tengo un perro inteligente.
El perro era un dóberman. Cosa que noté rara. La gente normal no suele tener un perro de esta raza y...la semana pasada el amigo de Franklin llevaba una pistola. Ya sé que tener en L.A un arma es algo muy normal, pero...no sé. No sé qué pensar. Tanta información en un día es algo muy agotador.
-¿En qué piensas?- me preguntó Franklin.
-En lo que me preguntó Jessy hace unos días.
-¿Qué te preguntó?- me miraba burlón.
-Que si estaba enamorada. Pero no yo...sino ella. Digo...que qué se siente cuando estás enamorada.
-Mmm....creo que se siente como si estuvieras enfermo. Además, no te fíes de ella. Igual está tramando algo.
-No digas eso de tu hermana. A mí me cae bien, ¿y tú qué opinas, Chop? ¿Franklin es muy malo, a que sí? Jajaja.
-Yo no soy malo. Pero si me incitas a serlo, no tendré otra opción nada más que...- se acercó lentamente a mí. Podía escuchar su pulso acelerado y notar su respiración entrecortada sobre mi piel.
Caminé marcha atrás para poder alejarme de él, hasta que desafortunadamente un árbol me lo impidió. Se acercó muchísimo más que antes y se me quedó mirando pensativo. Mi respiración empezó a ser mucho más lenta de lo normal, mis ojos iban cerrándose poco a poco por la presión ejercida sobre mí. En ese instante le agarré del cuello e hice que nuestros labios se pegaran en un beso intenso y apasionante. Empezamos a besarnos con mucha más pasión que en aquella noche. Mis dedos se deslizaron por su pelo, tirando de él. En cambio, los suyos se posaron en mi cintura. Nos separamos un momento para poder respirar y volvimos a sumergirnos en nuestros besos.
-Woaw, Lizly. No sabía que habías vuelto y que te estabas dando el lote con mi hermano.
-Ah!- al ver a Jessy, me separé bruscamente de Franklin intentando volver a la normalidad. ¿Que había sido eso? Un simple beso y...casi me derrito. Intenté coger aire para que mi respiración volviera a la normalidad y mi corazón dejara de latir tan rápido. ¿Cuánto más tenía que estar inhalando aire?
Al ver que ni Franklin ni yo habíamos intentado hablarla o poner alguna excusa sobre lo ocurrido. Se metió en casa con lágrimas en sus ojos. ¿Qué había sido eso? ¿Acaso se sentía ofendida porque anteriormente le afirmé de que Franklin y yo habíamos dejado de ser "novios"? ¿Qué narices está pasando aquí?
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Hi! ¿Qué tal las vacaciones? Y ¿Las notas?Jope! Me desilusiona ver que no comentáis. :'( Y que muy pero que muy poca gente vota. :'(
Aver si me alegráis el día con algún comentario y algunos votos.
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Sonrisas Falsas
RandomEsta es la historia de una chica llamada Lizly que se muda a vivir a LA por el tema de sus estudios. Su hermana decide ir con ella. Al pasar un hecho relevante, Lizly deja de confiar en su hermana y pierde la confianza en cualquiera.(Se convierte en...