Capítulo 21.

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Me encontraba conversando con Jessy en su habitación.

-¿¡De verdad, que tú estás de mi lado!? -asentí con la cabeza- OMG! -se tapó la boca con las dos manos- Gracias, muchísimas gracias -se abalanzó a mí dándome un gran abrazo de agradecimiento- Realmente estaba asustada porque no me aceptaras tal y como soy, pero ahora ni te imaginas qué feliz estoy de haberte conocido.

-¡Yo también! Hoy en día es difícil de encontrar a alguien en el que se pueda confiar en él. Yo... estoy harta de tantas mentiras y enrredos- me tumbé en el colchón mirando el techo y con ello, me acompañó Jess- Sea lo que sea... estoy harta de todo.

Sinceramente no sé qué tenía el techo de la habitación de Jessy que me hacía volar de la realidad a un mundo diferente... mis pensamientos, perdón, mis odiosos pensamientos.

-Jess, necesito tu ayuda- dije de sopetón.

-¿Qué es?- se sentó mirándome fíjamente a los ojos preocupada.

-Necesito ir a un lugar urgentemente, pero no debe saberlo Franklin. ¿Me ayudarás?

-Sí, claro que sí. Déjamelo en mis manos -puso una mano en su pecho en forma de promesa- ¿Cuándo te vas?

-Si puede ser ahora, mejor.

-Vale. Yo me encargo de entretenerle mientras que tú sales por la puerta trasera. ¿Hecho?

-Hecho.

Me vestí rápidamente. Me puse una camiseta de tirantes blanca, unos pantalones negros apretados y unas desportivas que iban a juego con mi ropa. Me recogí el pelo en una coleta y me puse una gorra negra por si debía pasar desapercibida, y ya estaba lista para intentar descubrir la verdad.

Narra Jessy

Aver conocido a una persona tan maravillosa como Lizly, me hace ser una chica muy afortunada. Pero... por más que intente ser maja con ella y parecer un poquito tontita, no me cuenta su relación con mi hermano. Que una chica se enamore de mi hermano y rápidamente acceda a vivir con él, quiere decir que... ella está embarazada de mi hermano. ¡Claro! Mi hermano es un puto chico problemático, así que... si Lizly le ha conocido es porque está metida en un lío bastante gordo y ese lío es... ¡qué está embarazada de mi hermano! Si con eso pudiera hacer de mi hermano una persona mejor, creo que sería excelente.

-Hola hermanito- le saludé con una gran sonrisa plasmada en mi bella cara. Como habíamos acordado Lizly y yo, me disponía a entretener a Franklin.

-Vale. Ahora dime, ¿a qué viene este repentino cambio de humor? Porque hace unas horitas ya me estabas gritando y echándome las culpas de todo- me miraba como si le hubiera echado mierda debajo de su cama.

-Si lo dices por lo de esta mañana, no sé ni que lo decía. Me dolió tanto verla tan asustada y con sus ojos lagrimosos. Yo...

-Tan solo tuvo una pesadilla.

-¡Ya lo sé! Me enfadé porque... ella no quería ni que la tocaras. En ese momento sentí... que debía protegerla y... ¡no quiero que la hagas daño! -le miré desafiante- No quiero que ella sufra como sufrí yo por lo de mi madre por tu culpa.

-Eso... yo nunca lo permitiré.

-Sabes... al fin, ha llegado un ángel a nuestra casa y... de verdad, no quiero perderla.

-Oye... no estarás esperando a que te de un abrazo de hermanos o ¿si? -me miraba preocupado o más bien, ¿asustado?

-Jajaja ¿Sabes lo que más me hace gracia en este mismo momento?- le miré con una gran sonrisa estampada en mi cara.

Sonrisas FalsasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora