Capítulo 4.

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Es verdad que estuve en LA aproximadamente un año, pero os juro que nunca había estado aquí. En esta zona habían muchos borrachos, estaba sucia y las casas eran viejas. Parecía un barrio pobre. Aparte de que si no cogía un taxi estaba claro que nunca llegaría al apartamemto de Dani, que en un principio también era mío aunque no pagaba ni un solo maldito dolar. Mi hermana no me dejó buscar un trabajo de medio tiempo. Así que a lo único que me dedicaba era a los estudios, por cierto estudiaba inspectora de homicidios. Desde que era pequeña me tiraba todo el día viendo "Conan" -si no lo vieron es que no tuvieron infancia- ya sabéis eso de detectives, policías...Me fascinaba la idea de poder llegar a ser un héroe al que todos los villanos temen como "batman" aunque en este caso sería una mujer. A mi padre no le gustó la idea y mucho menos a mi madre. Las madres siempre son sobreprotectoras, las entiendo pero yo quería libertad en mis elecciones, quería poder elegir mi propio futuro para que así no me arrepintiera más adelante. Me hice a la idea de que si quería algo debía de luchar por ello. Al final mi hermana convenció a mis padres, así que creo que le debo mucho por el hecho de que me haya apoyado en ese día tan importante para mí. Pero eso no implica que la haya perdonado por lo que hizo.
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Hacía mucho calor -normal estamos en verano-. El chico moreno andaba a mi lado y me estaba dando mala espina. No tenía ni idea de adonde debía de ir y además necesitaba un taxi, pero no llevaba dinero encima. En fin... :'(

-Oye Fufi, no conozco este lugar por lo que evidentemente no sé cómo llegar a mi casa. Necesito coger un taxi.- Vale lo reconozco, lo dije con un poco de enfado, bueno mucho.

-¿¡Eehh!?

Dios mío parece enfadado, creo que la he cagado.

-No te preocupes te devolveré el dinero en cuanto lleguemos a mi casa.

-No es eso. Es que... yo no me llamo Fufi. Me llamo Franklin. Fran para los amigos.

Realmente me entraron ganas de reir, pero conseguí aguantar. - Seguramente os estaréis preguntando ¿Reir por qué? No lo sé, pero en ese instante me apetecía reir sin ninguna razón convincente.- ¿Amigos él y yo? pero si ni siquiera le conocía. Bueno conocer a alguien no es lo más importante. Él me había salvado la vida aquella noche y cosas como esas nunca se olvidan.
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Me aburro. En fin...Espero que os guste! Y GRACIAS POR LEER!.

Sonrisas FalsasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora