Capítulo 30.

33 0 0
                                    

¿Que si la vida te niega como persona: sufrirías, derramarías lágrimas? Ahora, ¿qué tal si te digo yo que tu vida dejo de importarle a aquellas personas que pensabas que lo darían todo por ti? Es difícil. Pero, ¿sabes qué es lo más difícil? No saber si lo que sueñas, es real o simples recuerdos que en un momento determinado, desaparecieron permitiéndote poder seguir adelante. Porque como bien sé, la vida es injusta y muy dura.

Jessy: -¡Hey! Despierta- dijo moviéndome de un lado a otro.

Lizly: -Déjame, Blake- dije en un susurro molesta.

Jessy: -¿Blake? Pero bueno, ¿ésta con quien esta soñando ahora?- dijo frunciendo el ceño -¡Hey! Ya, levanta tu trasero de aquí- espetó irritada.

Al ver que no despertaba: comenzó a tirarme del pelo, a sujetarme de mis piernas intentando tirarme fuera de la cama... Y al notar, que lo único que hacía era tirarle un pedo mal oliente. Desesperada, fue a la cocina a por un vaso de agua con hielo -Y adivinen qué hizo con él- Me lo lanzó a la cara haciendo que despertara de golpe de la cama y gritando como una loca por el frío que hacía.

Lizly: -¡Jess!- dije abriendo mis ojos de par en par -¿¡Qué coño has hecho!?

Jessy: -Despertarte- dijo elevando ambos hombros -Llevo media hora intentando despertarte y lo único que has hecho, es tirarme un pedo y babear por Blake- explotó -Que por cierto, ¿quién es Blake?

Lizly: -Blake Thompson. Un famoso artista de rock.

Jessy: -Bien, pensé que era tu amor platónico- dijo aliviada.

Lizly: -Y lo es- dije mirando el techo como una señorita enamorada.

Jessy: -¡Hey!- me llamó la atención produciendo una sonrisa en la comisura de mis labios.

Lizly: -¿Para qué me despertaste?- dije, a la vez que bostezaba.

Jessy: -Para muchas cosas: Uno. Te quedaste dormida en mi cama y medio desnuda- dijo cansada.

Lizly: -Espera, ¿qué?- enarqué una ceja confundida. Al instante, me señaló con la mirada a lo que llevaba puesta. Y en verdad, mi cuerpo se encontraba cubierto por una toalla. Al momento, me acordé que al salir de la ducha, me topé con Franklin y me tumbé sobre la cama cansada. Realmente, no pensé que me quedaría dormida.

Lizly: -Vale, sigue. ¿Cuál es la siguiente?

Jessy: -No te lo vas a creer pero...

Lizly: -Pero...- dije forzándola a que terminara la frase.

Jessy: -Pero Franklin estuvo aquí hace un momento.

Lizly: -Espera... ¿¡QUÉ!?

Jessy: -No grites. ¡Oh, Dios! Siento como si me hubieras roto el tímpano- dijo tocándose la oreja.

Lizly: -¿Y sabes para qué vino?- pregunté nerviosa.

Jessy: -Ni idea- dijo ladeando la cabeza de un lado a otro -Bueno, ven a desayunar.

Lizly: -¿Ya ha amanecido?- dije incrédula.

Jessy: -Sí. Ponte algo y sal a comer- dijo, a la vez que se marchaba.

Resoplando como un caballo, me dirigí hacia mi maleta y me puse ropa limpia. Al abrir la puerta de la habitación, vi a tía Ashley quien al verme, me hizo una seña con los ojos para salir fuera. Me puse los zapatos y nos dirigimos al bar Dada's en donde pedimos un café y huevos con bacon para desayunar.

T.Ashley: -Quería hablar contigo desde que viniste a vivir a nuestra casa- dijo cruzando los brazos -Si te soy sincera, no me hizo ni pizca de gracia tenerte como un miembro más de nuestra pequeña familia y muchísimo menos, que seas novia de Franklin- dijo mirándome fijamente.

Sonrisas FalsasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora