Capítulo 8.

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Entré a la casa persiguiendo a Franklin porque evidentemente no me iba a quedar con esa, ni loca. Y sí, seguía callada sin mencionar ni una sola palabra.

-Buenas tardes.

-Dime, ¿Qué quieres Franklin?. Tú nunca me das las buenas tardes.

-¡Va a quedarse a vivir Lizly con nosotros!

-Ah, ¿en serio? Y ¿Dónde está? Me gustaría hablar con ella personalmente. De mujer a mujer.

-¿No será que quieres arrancarla de los pelos?

-No soy tan bruta.

Antes de que pudiera responder: " Sí. queridísima suegra, estoy aquí". Su hermana me cojió de las manos elevándolas y ascendiéndolas, dándome palmaditas en la espalda y mirándome a los ojos con una gran sonrisa plasmada en su cara. Me preguntaba cómo es que podía cambiar de humor tan fácilmente. Hace un rato iba a comerme viva como una fiera y ahora en cambio me estaba sonriendo.

No entiendo a esta familia tan rara. A parte de que lo habéis escuchado ¿no? El misterioso Franklin que aparentaba no saber mi nombre, lo mencionó segundos atrás.
PD: Yo me lo cargo.

-¿En serio, vas a empezar a vivir aquí con nosotros? ¡Qué guay!- dijo su hermana emocionada.

-Sí- lo dije insegura.

-Ven, voy a enseñarte la casa. Aquí está el salón, aquí la cocina con su puerta trasera. Mm...este es el pasillo, a tu izquiera el baño y a tu derecha las dos famosas habitaciones. Esta es de mi hermano y esta es nuestra. Sí, no me mires con esa cara. Tu dormirás conmigo. No voy a permitir que duermas con el buenorro de mi hermano ¿Entendido?

-Sí- la verdad es que NO, NO y mil veces NO. Me negaba por completo dormir con ella. ¿Y si me hace algo mientras duermo? ¿Y si se pone cachonda con mi ropa interior?. Ya sé, haré una lista.

No cambiarme delante de ella.
• No dormir con ella en la misma cama.
• No ponerme colonia ni aromas exitosos.
• No dejar que alguien entre al baño, mientras estoy yo.
• No comer comida casera, podría contener algo que hiciera que me desmallara y que mi cuerpo se quedara indefenso- exageración, pero más vale prevenir que curar.
• No tocarnos como lo hacen las amigas jajaja ni como otra cosa.
• No compartir ropa.

No odio a las lesbis ni nada!. Lo que pasa es que esta chica me da más mala espina que Franklin."

*****

Estaba tumbada encima de unas mantas tendidas en el suelo con una tenue luz que iluminaba la habitación, cuyos recuerdos felices que compartía con Dani aparecieron repentinamente en mi cabeza.

Quería poder hablar de ellos con él. Quería decirle lo gran amigo que era y lo mucho que lo quería...como hermano. Para mí, él fue un hogar. Si me sentía triste, destrozada, sin ganas de vivir, con un simple abrazo suyo me hacía olvidar todo lo malo y sentirme como si estuviera en un verde prado, con los pájaros cantando. Simplemente tenerlo entre mis brazos me hacía estar en el paraíso.

Yo no pedía nada de él, tan solo que nunca se separase de mí hasta que la muerte llegara. Y sí, al final llegó. Y me dejó sola. Sin nadie que me abrace. Sin nadie que me console. Sin nadie que pusiera una oreja para mí todo el día. Sin nadie que me recibiera con una gran sonrisa al llegar a casa.

Mis sonrisas fueron desvanecidas en el momento en el que te fuiste, Dani. Jajaja ¡Qué cosa más rara! Estoy llorando y a la vez riendo por la ridícula corrida que hizo Franklin. Me hizo reir tanto, que pensé que moriría asfixiada. Si Franklin pudiese despejarme un poco de la realidad, creo que todo iba a estar bien.

Todo lo que pasó en estos dos días, - bueno, sinceramente una noche y un día entero.- Fueron como un horrible sueño del que deseaba despertar lo antes posible.

-Mañana tengo que ir otra vez a la dichosa comisaría, para otra vez dar mi declaración. Joder como si no tuviera suficiente con mi susodicha vida. Bueno, pondré el despertador.- cogí mi móvil sin gana alguna para poner el despertador. El móvil estaba apagado al parecer sin batería, como siempre.- Parece la batería del chino joder. ¡Oye lesbi!, bueno tía buena- no penséis de mí que ahora soy yo la lesbi, pero creo que me cae un poco mejor. Supongo que es por el hecho de haber estado pensando en Dani y en el sentimiento de soledad que recorría mis venas. Me afectó psicológicamente, lo reconozco.

-Ya sabía que estaba buena y que deseabas tener mi cuerpo. Pero ¿Qué cajones quieres a estas horas?

-Quiero hacerte mía- lo dije con una sonrisa burlona que abarcaba toda mi cara.

-¿En serio?- Se empezó a quitar poco a poco la camisa y yo la miraba indecisa. ¿Qué hacer en una situación loca como esta? ¿Funcir el ceño y disfrutar del momento? Ja! Y una mierda. Locuras como estas, tienen un límite.

Me tapé los ojos con la intención de no ver nada indebido. Al abrirlos con inseguridad la vi. La vi durmiendo. Jajaja! Me moría por dentro de la vergüenza y el miedo, para luego encontarme con esto jajajaja.

-Ya deja de reírte a escondidas y duérmete.

-Necesito un cargador de móvil :'(

-Jope, me despiertas por un puñetero cargador. ¡Búscalo!

-Ttss no lo encuentro. Déjame ver... igual está escondido en tu enorme culo jajaja

-jajaja ¿Me llamaste gorda?

-No que va. Tan solo te llame ballena. Jajaja

- Tu sigue riéndote que igual mañana te despiertas sin tu virginidad.

-¿Qué?- Madre mía, ¿cómo sabe que soy virgen? Yo no se lo dije. ¿Ahora tiene un sensor de virginidades?

-No pongas esa cara mujer. Tan solo estaba bromeando. Pero no sabía que sigues siendo virgen con la edad que tienes.

-......- cambié de tema jajaja- Quiero un cargador.

-Toma, virgintinola.

-Gracias, ballena.

Enchufé el cargador al móvil y justamente hubo un cortocircuito que me electrocutó al instante. Había muerto y días después hicieron mi funeral. Fin de mi apestosa vida. Jajaja Que va. Yo no muero tan fácilmente, soy invulnerable. Bueno, enchufé el móvil y tardó unos minutos en encenderse.

-Mmm.....Tengo 21 mensajes y 35 llamadas perdidas. Empecemos por las llamadas- Me lo esperaba, todas de mamá.- y ahora por los mensajes: Mamá, Mamá, Mamá, Mamá, Mamá, Mamá, Dani, Mamá, Mamá, Mamá, espera, espera ¿Dije Dani? ¿Un mensaje de Dani? ¿¡QUÉÉÉÉÉÉÉÉ!?

Recopilemos datos.
1. Mi hermana bailando desnuda.
2. Casi muero golpeada por dos hombres enmascarados.
3. La aparición de Franklin en mi vida.
4. Las dos lesbis.
5. La muerte inesperada de Dani.
6. El policía advirtiéndome de Franklin.
7. Sin casa.
8. Franklin conoce mi nombre y posiblemente sabrá más cosas sobre mí.
9. Mudándome a su casa.
10. Y el nuevo mensaje llegado de Dani misteriosamente.

*****

HOLA MIS FIELES LECTORES.
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Tururururururururururururu.

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