『¡Es mi amigos no mames!』─【Mexile】

Capítulo Dos

—México, CDMX, hace un día atrás. 6:37 P . M

Las calles comenzaban a vaciarse cada vez mas en la hermosa Ciudad De México, el cielo se pintaba de un naranjo y luego amarillo en donde estaba el sol ocultándose mientras que la otra mitad del cielo estaba de un color azul rey y un celeste medio aguado, era realmente hermoso el paisaje. El mexicano no podía parar de mirar hacía arriba contemplando las nubes que pasaban, desde que había sido pequeño le gustaban las nubes, siempre volaban tan tranquilamente sin ninguna preocupación, desde siempre había insistido que si pudiera morirse, cuando pasará viviría en las nubes.

—Poste— Dijo el chileno mirando hacía el piso sin levantar la mirada, algo raro en este era que cada vez que salía se sentía inseguro y nervioso, especialmente en espacios cerrados con gente que no conocía, podía hacer amigos a la perfección pero siempre le costaba iniciar una conversación

—Gracias wey— Decía sin quitarle la vista al cielo mientras esquivaba el poste del cual el chileno le había advertido

Ambos caminaban en dirección a algún bar en donde vendieran licor para poder celebrar y una leve brisa corría a sus alrededores, era simplemente refrescante.

Al llegar al bar en donde siempre solían comprar licor para alguna fiesta solo compraron algunos, los cuales dos de estos curiosamente eran sumamente caros, Everclear, Mezcal estos dos normalmente eran mas caros al ser bebidas alcohólicas extremadamente fuertes, aunque también compraron otros licores, como Whisky, Ron, Vodka y un Melvin.

—Wey con esto vamos a tener la resaca mas fuerte del mundo— Soltó algunas risas por su propio comentario sacando le algunas risas al chileno también

—Vamo a quear pa la caga weon jasjdaskd— 

En el camino hacía la casa del mexicano ninguno pudo ni mirar al piso o al cielo por que demás que se caían y con ello las botellas también, aunque al chileno al pensar en una de estas situaciones se le ocurrió una idea que podría salir o muy bien, o muy mal y se podría decir que la segunda opción era la mas acercada al resultado

[....]

—Que wey?— Preguntó nuevamente al chileno al escuchar la idea de este. 

—Chucha queaste sordo o que wea? Solo di si o no, no e tan difícil po— 

La idea consistía que en una bolsa poner todos los licores que habían comprado recientemente, revolverlos y tomar hasta el fondo de la bolsa

—No wey eso ya es pasarse de la pinche lanza! Que pasa si sabe mal? Vamos a desperdiciar un chingo de buen licor y con eso también todos mis ahorros— 

—Weno entonce solo le echamo un poco no ma— Dijo encogiéndose de hombros

—Ta bien, jalo, pero sería mejor en un vaso, luego se nos da vuelta encima todo y el olor del Whisky cuesta un chingo sacarlo de la ropa—

—Dale weon—

Al cabo de unas horas se encontraban totalmente borrachos, no solo por su extraña combinación de licores, si no también por a verse bebido el resto de las botellas y algunos vinos que el mexicano siempre guardaba cuando pasaba por rupturas y se desahogaba en el dulce sabor que traían lo vinos

Aunque de igual forma no es como si al día siguiente tuvieran algo que hacer

Los dos amigos se encontraban en la habitación del dueño de la casa saltando sobre la cama como niños pequeños, Chile traía una peluca rubia mal puesta con un poco de bálsamo labial el cual hacía resaltar a aquellos labios carmesí que este tenía, mientras que México traía puesto un bigote falso y en la mano traía una pistola de juguete. Ambos soltaban varias risas mientras saltaban ebrios. Fue ese entonces en que el chileno se dobló el pie al pisar mal, mientras caía agarro la camisa blanca que traía el mexicano con la esperanza de así no caerse, pero su esperanzas no fueron correspondidas cayendo ambos de la cama aún soltando risas