Capítulo Dieciocho

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—Argentina, San Carlos Bariloche, lugar del velorio, 12:38 P. M

La noche se hacía presente, las hermosas estrellas comenzaban a iluminar aquella hermosa noche. Lastima que la hermosura de la noche no estaba sintonizada con la lamentable situación que estana sucediendo en esos momentos. El velorio había acabado, era comienzo de dar pasó al descanso de Reches.

Todos los presentes habían terminado de comer en su totalidad la carne de vacuno. E incluso, Reino Unido, quién se llevaba pésimo con Argentina, traía puesta la ropa adecuada y situada al contexto de la situación, al igual que las gemelas Falkland, quienes tenían tenían los ojos levemente hinchados debido a un par de lagrimas que habían soltado hace poco. Más que nada por la tristeza causado del saber que no habían podido pasar demasiado tiempo con su abuela.

Ya todos se habían levantado de las mesas, yendo hacía el lugar en donde estaba el cuerpo de Reches, formando un circulo, y en frente del ataúd, estando el orador quien daría comienzo y final a la ceremonia.

Los más cercanos estaban en primera fila, en donde a algunos las lagrimas ya empezaban a querer salir. Chile estaba justo al lado de Mapuche, quién se mantenía lo más tranquila posible, pero en su mirada se podía ver la profunda tristeza con la que había estado cargando esos días desde que se enteró de lo sucedido, mientras tanto, México yacía justo detrás del chileno.

—Demos comienzo a la segunda fase de esta terrible ceremonia. — Habló el orador al ver ya todos estaban listos. —Yoz wüño welaymi [No vuelvas más] Amutuimy [Ya te fuiste] Wiño melaymi pu famili meo [No vuelvas a la familia] Piñenmeo wentru piñen domo piñen [No vuelvas por tus hijos, por tus hijos hombres y tus hijas mujeres]

La mayoría de los presentes entendía a la perfección las palabras del orador, ya que hablaban la lengua nativa, pero los pocos invitados que no, tan solo se quedaba en silencio sin saber que decir, pues para ellos solo eran palabras graciosas sin saber que significaban.

Ahí en el descanso se le dice que dejó de exitir, nuestra querida Reches, quien fue muchas cosas; esposa, madre, hermana, tía, pero sobre todo, una amiga de muchos. Hoy se entregará a nuestra Ñuke Mapu, Madre Tierra, y que están los que fueron antes y que ahí se va a ir a presentar. — Hubo un silencio unos momentos, antes de que el orador mirara a Argentina. —Argentina, por favor.

Argentina dio un pasó adelante, secando levemente un par de gotas que se le habían escapado de sus mejillas, antes de dar un pasó adelante.

Bue, mucho no hay que decir al respecto... Todo esto ha sido muy difícil, especialmente para mi y para mi hermano Uruguay, quienes estuvimos a su lado los últimos días antes de que ella fuese al otro plano a acompañar a su queridísima Ñuke Mapu. Todos la vamos a extrañar, y quiero agradecer por todos los presentes por aver venido, pero especialmente a dos personas; a mi hermanito Uruguay, que siempre me a apoyado en todo y a sufrido conmigo, y a mi primo Chile... Porque a pesar de que lo ven ahí todo boludo, fue una gran ayuda en todo esta ceremonia que mi mamá tanto insistía en decirme como quería que fuera cada cosa. —Pequeñas y cristalinas lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas sin siquiera darse cuenta, su voz quebrandose de a poco. Tanto Chile como Uruguay dieron paso a abrazarlo acompañandolo en su dolor. ¿Cuanto tiempo había estado aguantando todas esas lagrimas?, ¿cuantos días? Su cuerpo se sentía frío, le dolía demasiado.

En ese momento, Uruguay tomo control de la situación, empezando a hablar mientras Argentina era consolado por Chile y Mapuche.

—Mi hermano ya lo dijo todo. La perdida de mi madre es algo que a todos nos duele... Y no quiero sonar narcicista o lo que sea, pero, creo que soy de las que mas sufren. Y es que yo e día anterior me había por fin armado de valor para confesarle algo a mi madre y a Argentina, algo que me había estado guardando por un montón de tiempo... Y no se si saben, pero se siente horrible que tu madre haya partido justo el día en que querías confesarle por fin que eres trans, el día en que le cuentas todo tu sentir, como el hecho de que no eres hombre, si no que una mujer. Y es aún más doloroso saber que no pude escuchar palabras tan simples de mi madre como un; ella es mi hija, o un; te amo hija. Ahora me doy cuenta que no debí temer, me di cuenta gracias a mi tía Araucanía, quien todo este tiempo me estuvo hablando de mi madre y de lo mucho que le hubiese gustado que a mi madre le dijera antes, porque me aseguro de que mi madre hubiese estado re feliz. Y ahora no esta... Pero, se que era por un bien mayor, solo espero que mi madre este bien en donde quiera que este, y a todos solo nos tenemos que acordar de los buenos momentos que pasamos junto a Reches. Y gracias a todos por venir. —Mapuche en ese momento había comenzado a llorar, estaba muy feliz por Uruguay. La mayoría ya estaba sacando lágrimas, los aplausos empezaron a llenar el ambiente.

『¡Es mi amigos no mames!』─【Mexile】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora