Capítulo Seis

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—¡Hey! No creyeron que no actualizaría la historia nunca, ¿verdad?

—¿Un aviso?  Las primeras 352 palabras en lo personal me dio como cosa escribirlas. No sé si me doy a entender.

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—España, Madrid, presente, casa de España, 10:00 A. M.

   Eran exactamente las 10 de la mañana, y el chileno de por si ya andaba con toda la vibra del mundo escuchando Mr Blue Sky de Orquesta de Luz Eléctrica en sus audífonos a todo volumen mientras preparaba el desayuno. Y es que había dormido poco, pero por alguna razón sentía que tenía mucha más energía que la que solía tener normalmente cuando dormía las horas que se supone que debía. 

   El olor a pan en la tostadora y café recién hecho despertó a España que bajo somnoliento a tomar desayuno casi de inmediato. Sin embargo, Chile no notó la presencia del español que estaba en la isla de la cocina viendo su teléfono de vez en cuando viendo al menor con una sonrisa en su rostro al ver como el americano se divertía cantando como si no hubiera nadie y bailando levemente a medida que preparaba el desayuno.

    Le alegraba que de vez en cuando las colonias que crió en algún momento le fueran a visitar. Aunque fuera solo para pedirle concejos le hacía feliz saber que tenían la confianza para preguntarle o pedir casi cualquier cosa. Así podía sentir que ellos ya no le guardaban tanto rencor y el no se lamentaba tanto por todo lo que hizo. Porque podía pensar con seguridad que al fin de al cabo no era tan mal padre como el pensaba que lo había sido.

   Volviendo al tema. 

   España se levantó para ir al baño y lavarse la cara. Aunque mientras lo hacía se le ocurrió algo, por lo que mientras que el chileno no le veía encendio los parlantes, conectó su teléfono antes de poner la misma canción que Chile escuchaba, subió el volumen y con cautela le sacó los audífonos para que escuchara.

—¡Conchetumare! Tremendo susto que me pegó. Pero lo admito, temazo que puso. —Sonrió y comenzó a servir el desayuno para los demás mientras que ambos cantaban al son de la música.

   Luego de un rato la canción terminó y ambos se sentaron a comer entre risas por lo sucedido.

—12:00 P. M.

—Oiga papá... ¿Por qué no vamos a comer afuera hoy? Digo, pa salir un rato y así conversar también. —Propuso el chileno revisando algunas notificaciones que tenía en su teléfono.

—Me gusta la idea. ¿Tienes algún sitio ya pensando?, ¿o quieres que pensemos en uno los dos?

—Pues hay una buena promo en el telepizza.

—Iremos ahí en ese caso.

Chile fue a su habitación por algunas cosas antes de salir, mientras que España fue a la habitación en donde estaba su otro hijo escondido.

Tocó la puerta con cuidado y cuando le abrió le explicó la situación. Una la cual también era perfecta para que pudiera volver a su casa y así no tuviera que seguir escondido. Ambos concordaron que 10 minutos luego que salieran de la casa el mexicano tomaría sus cosas e iría al aeropuerto para irse a su país.

Claro, si lo lees así, con ese tono de voz... Suena como si el español estuviera echando al pobre México a la calle y que este estuviera de acuerdo como si se odiaran. Pero no era así.

Cuando el chileno volvió abajo luego de haber tomado lo que necesitaba antes de salir, España y Chile salieron hacia su destino.

—México, CDMX, dos días después, presente, casa de México, 5:28 P. M.

『¡Es mi amigos no mames!』─【Mexile】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora