Capítulo Veintitrés

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El invierno... Oh ese maldito hijo de puta.
Los días nublados eran más, más lluvias, temperaturas bajas. Para muchos una maravilla; ver películas, foto azteca (astetik, no se cómo es), café.
Chile estaba feliz con eso; le gustaban las películas, sacarse fotos y el café. Pero como mierda odiaba el frío.
Sus huesos se helaban, apenas si podía moverse, no podía ir a mear porque se cagaba de frío, su rinitis empeoraba y su cansancio aumentaba.
Sin mencionar que ya no podía salir tanto como antes, no ir al parque, cagarse de frío al ir a trabajar y gastar montones de papel higiénico para sonarse la ñata.

Chile todos los días tomaba el reciente auto nuevo que tenía (comprado en cuotas), se iba al trabajo, caminando un montón o haciendo demasiado papeleo, y estudiando los casos antes de irse a su casa y ver a su madre. Con la que casi no pasaba tiempo, pues si horario era demasiado ajustado.
Entraba a las 7 de la mañana y salía a las 5 de la tarde, con los fines de semana libre, pero casi siempre hacía horas extra por sus clientes y terminaba saliendo de 5 a 6 de la tarde. Pues; mejor un trabajo paciente y bien hecho, a uno apresurado y a medias.

Chile odiaba que se le acumularán las cosas, intentaba terminarlo todo el mismo día, de modo que al llegar a casa tan solo tomara once e irse a dormir.
Mapuche por otro lado era de las mismas, profunda hater del invierno. Esto se debía a que Chile le decía a Sayen que no la llevará a ninguna parte, es decir que no podía ir y pasar su día con la tribu cercana de mapuches a unos kilómetros de la casa, la preocupación de Chile por la salud de su madre era demasiada, e incluso algunos llamarían 'exagerada'.

Chile tenía envidia, envidia del weon de México que en su país era primavera... La maravillosa primavera, pues el frío comenzaba a disminuir y ya se podía empezar a salir.
En momentos así el chileno se preguntaba por qué mierda no compro una casa más al norte. Fue idiota de su parte, pero, a su madre le gustaba la zona, y a pesar del frío lo aguantaría si era por ella.

6:30 de la mañana, un día nuevo de trabajo. Chile se levantaba con sueño, apagando el despertador y viendo cómo Sayen entraba a su habitación para ayudarle a despertar. El sudamericano tenía demasiados problemas con levantarse temprano, pues en invierno le era casi imposible, por lo que Sayen le ayudaba y se aseguraba que si se hubiera levantado.

Uhg... Me voy a morir... —Murmuro frotando su garganta adolorida, a causa del cambio de clima también. —Sayen, tráeme algo pa la garganta. —Su voz débil apenas se escuchaba, pero Sayen lo entendió y fue a preparar algo de té de manzanilla mientras Chile se levantaba, poniendo su habital traje de saco azul marino, con corbata roja doble calcetines, camisa blanca, zapatos de cuero negro, bien peinado y arreglado.

Mientras se miraba al espejo y veía su aspecto arreglando un par de cabellos desordenados, miraba de vez en cuando su teléfono esperando que algo llegará.

Su teléfono vibro en el borde del lavamanos y se deslizó hacía adentro.

¡CONCHETUMARE! —Rapidamente tomó el teléfono, por suerte la llave estaba cerrada, pero eso no impidió que se mojará un poco por la humedad del lavabo.
Era México quien le escribía, Chile sonrió levemente al ver el mensaje contestando.

[...]

Simio Azteca 🗣️‼️🇲🇽
Buenos días, guapo 😘
¿cómo amaneciste?
« 6:45 a.m »

Chile
Pal pico
cómo se supone que debo despertar bien?

« 6:45 a.m ✔️✔️ »

Simio Azteca 🗣️‼️🇲🇽
Pues estás en invierno, la mejor época del año
« 6:45 a.m »

『¡Es mi amigos no mames!』─【Mexile】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora