Capítulo Siete

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-Diooss. Esta historia va re lenta. Pero me encanta. Es como mi área de confort cuando necesito escribir cosas amorosas lentas y empalagosas skjdks. Espero que les guste este tipo de cosas porque Chile y México tardarán para estar juntos. O quizás no lo logrén estar. Quién sabe. Todo dependerá de mi estado de humor mientras escribo jslajksjd

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-México, CDMX, presente, casa de México, 7:48 P. M.

México seguía sin tragar del todo las noticias que le habían dado. A Chile y Mapuche se les había quemado la casa y se quedarían con el durante aproximadamente 5 meses. 5 malditos meses.

No le molestaba para nada. Quizás sería una buena manera de quitar la incomodidad que sentía y poder volver todo a la normalidad, ¿verdad?

Habían pasado unos 10 minutos después de recibir las noticias y ahora se encontraba ayudando a acomodar a las cosas que habían salvado del incendio en la habitación de invitados del piso de abajo con dos camas. Después de todo, era lo mejor debido al estado de salud de Mapuche.

-¿Hay algo más en lo que les pueda ayudar? -Pregunto el norteamericano luego de ordenar la ropa y darle algo de tomar a la mayor de edad.

-No, eso es todo. En serio muchas gracias weon, eres el mejor del mundo. No sé cómo te lo voy a agradecer.

-¿¡Qué te dije de las groserías cabro de mierda!? Soy la única en esta casa a decir groserías. Claro que está también es tu casa México así que puedes decir lo que quieras, pero tampoco se te pase la mano. ¿Ya mi niñito lindo? -Decía con un tono de dulzura la mujer de cabello largo y cano luego de haber regañado a su propio hijo.

-Mamá, si recuerda qué yo soy su hijo, ¿verdad? -Cuestiono con un tono de ironía y mirando como el mexicano le sonreía con burla por la diferencia de tratos entre ellos dos por parte de la madre del chileno.

-Si, exactamente por eso. Ahora anda a ayudar en la casa, que no te he enseñado a ser un flojo. Yo te eduque para que seas educado, respetuoso y amable. -Al decir aquellas palabras ambos sudamericanos voltearon a ver al tercero de la habitación por la risa que había soltado luego de que Mapuche hablara.

-Yo te diré en que me puedes ayudar Chilito. Usted puede descansar que en un rato estará la cena lista. -México sonrió y luego jalo de la muñeca a Chile para salir de la habitación he ir directo a la cocina. -Ahorita si. Tú me vas a explicar tú pinche cambio de altura y me ayudarás a preparar la comida. Recuerda que la tía Mapuche dijo que ayudarás.

-Ya, ya, tú haces el "aguacate" y yo pondré la tetera, además de la mesa pa comer. Y mientras te explico. -Dijo sacando la tetera y comenzando a poner el agua para hacer el té.

-Ya pues, comienza a contar. -Saco la palta/aguacate del refrigerador y un cuchillo para comenzar a preparar lo que le pondrían al pan.

-Sucede que cuando hablé con España me dio la confianza pa caminar como si nada como el resto de naciones con mi altura normal y creo que si me gusta. Aunque tuve que comprar bastante ropa nueva porque las que tenía ya no me quedaba ni una aldjsksk

La plática continuó amena y, por unos minutos el mexicano pudo olvidar lo que había sucedido en la noche de la borrachera. ¿Qué digo? no se le cruzo por la mente en ningún momento hasta la hora de dormir. Quizás si tenía razón. Actuar como si nada hubiese pasado estaba funcionando y, quien sabe, quizás cuando su amigo encuentre una pareja, el le va a decir que el tuvo sexo con él y que es realmente bueno, para así hacerlo quedar de "mejor manera".
O tal vez solo se lo contaría y seguirían igual y sería una divertida anécdota, ¿no?

『¡Es mi amigos no mames!』─【Mexile】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora