Las seis de la tarde, las putas seis de la tarde, estaba oscuro, y Chile se estaba re contra cagando de frío.
Y ahí estaba guardando sus cosas recién terminando de completar su informe sobre su último caso y haber hecho un montón de apuntes acerca del nuevo caso que uno de sus clientes le pidió trabajar, en donde tendría que pelear por la custodia de una niña y también poner un precio alto a la pensión alimentaria.
No le agradaba el hecho de poner pensión, pero tocaba, plata era plata y la señora no le ofrecía poco, así que iba a ganar porque iba a ganar.
Tomó sus cosas y salió corriendo a su auto para no estar tanto tiempo en el frío.
Ya una vez dentro, aflojó un poco su corbata, soltando un suspiro cansado y de alivio, agarro una lata de red bull que llevaba consigo para poder mantenerse despierto un tiempo más. Mañana era su día libre, planeaba pasar un buen rato con su madre está noche, viendo películas y así y ya al día siguiente se dedicaría a dormir y el domingo a trabajar, todo quedaba perfecto.Su teléfono comenzó a vibrar fuerte, sonando la suave melodía de 'La Consentida' indicando la entrada de una llamada.
Chile cansado tomó el teléfono dejándolo en el manos libres y poniendo el altavoz que se conecta al auto.—¿Aló? —Pregunto con duda esperando a que hablarán de la otra línea.
—¿¡CÓMO LE FUE AL MAS BELLO Y SEXY ABOGADO!? —Chile hizo una mueca. «Demasiado Fuerte...» Pensó. Bajando el volumen del auto para que no lastimara sus oídos la fuerte voz de México.
—Pal pico, yeiii.... —Celebro de forma desalentada y levantando las manos cansado recostándose en el asiento, dejando las llaves y encendiendo el motor del vehículo.
—No mames, ¿qué pasó mi rey? —Chile esbozó una sonrisa soltando una risa nasal antes de responder tomando un sorbo de su bebida antes de acabarla.
—Nah, nah importante. Me dieron un nuevo caso y ando algo cansao. Es todo, cuando llegue a mí casa estaré bien. —Comentó arrancando el auto, mirando por el espejo retrovisor para asegurarse de no chocar nada al momento de salir.
—Wey, ¿de nuevo te quedaste horas extra? Ya te dije que no deberías dejar de trabajar tanto. —El chileno rodó los ojos al oír al mexicano. No le importaba quedarse horas extra, las horas extra significaban pago extra, que era lo realmente importante. Además, le gustaba trabajar, le ayudaba a quitarse de la mente varias cosas. Y sobre todo, adoraba ver esos cheques que le hacían sus clientes y el cheque que él recibía a final de mes.
—No seai weon, si yo me la pueo. Si no pudiera, ya te pediría ayuda o alguna wea así. De momento voy perfectamente. Lo único que tengo que ver es como le hago pal próximo mes... —Murmuro pensativo. Sayen tenía vacaciones, por dos meses. Iba a ver a su familia por un tiempo y de momento necesitaba a alguien quien cuidara a su madre en su ausencia. Y especialmente; alguien que lo cuidará a él mismo, su casa, alguien que hiciera el trabajo de casa.
—¿Qué te pasó? Si necesitas lana te puedo prestar, solo necesitas decir un montón y tú lo sabes. —El sudamericano suspiro, México alcanzó a oír y se sintió algo preocupado al no saber que sucedía con Chile.
—No weon, no es eso. Es que los próximos dos meses Sayen tiene vacas, y no tengo quien me cuide a mi mamá po. Si vo sabi que yo prácticamente soy gato e chalé. Necesito alguien que me ayude con las weas en la casa y con mi mamá especialmente. —Esas simples palabras hicieron que a México se le prendiera el foco, esbozando una sonrisa que a través de la línea del teléfono no se viera, comenzando a cotizar viajes de México a Chile y a planear su maleta.
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『¡Es mi amigos no mames!』─【Mexile】
FanficTodo empezó con unos simples tragos para celebrar que por fin el mexicano había terminado con Texas y que quedarán como amigos, pero todo cambio cuando de los tragos pasaron a a tener una noche de sexo salvaje. Chile no recuerda nada de lo sucedido...