cinco

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Jungkook solía pintar basándose en las divertidas historias y los maravillosos paisajes que describía su padre, los vampiros, sobre todo los de su familia, solían vivir sin interesarse mucho en lo que sucedía fuera de su territorio, el por ejemplo, en sus largos años de vida jamás había salido de Transilvania.

Los legados y la sangre pura, era aún lo más dominante en el mundo de los monstruos, por lo que la mayoría de las familias se esforzaban por mantener sus dinastías. La dinastía Jeon, regida desde hace varios siglos por el Conde Jeon, conocido coloquialmente como el Conde Drácula, no era la excepción. Este había permitido que su única hija se casará con un humano solo porque la sangre vampírica siempre era la dominante, y aunque su pequeño nieto era la mezcla perfecta entre un humano y un vampiro, sus genes vampíricos habían vencidos a los mundanos.

El pequeño príncipe había heredado la mayoría de los poderes de su abuelo, además de que al haber dedicado la mayor parte de sus años a aprender a controlarlos en este punto de su vida era uno de los vampiros más poderosos que existían, por esta razón, Donghae, se esforzaba por mantenerlo oculto. Un poder como el que poseía el azabache debía ser usado con responsabilidad, por lo que el Conde no quería que llegara a caer en las manos equivocadas, por ello, su nieto no tenía permitido salir de su territorio y tenía que conformarse con imaginar los bellos lugares que sus padres le describían.

Fue así como decidió aprender a pintar, si no podía viajara para conocer el mundo, entonces el traería los paisajes de el mundo hasta su castillo.

Desde el momento en que Jungkook vió a Taehyung, se grabó cada detalle de su rostro, el humano poseía una belleza tan etérea que merecía ser plasmada.

El vampiro llevó al castaño hasta su habitación nuevamente, tomándolo de la mano para guiarlo, Taehyung aún no lograba acostumbrarse a la sensación que le producía la cercanía con el pálido, sin embargo, él no iba a negar que la disfrutaba.  Jungkook por su parte adoraba que el humano no le temiera, sabía que Taehyung podía sentir lo mismo que él aún si este no entendía lo que significaba, pero también era consiente que los humanos no eran criados de la misma manera que ellos, la información que conocían acerca de los destinados y el click era mínima, pero el azabache estaba dispuesto a enseñarle todo, y si corría con suerte, Kim lo aceptaría como su pareja de vida. Una vez dentro de la habitación del monstruo, este se dirigió hacia una de las paredes antes de detenerse.

-- Serás la primera persona en ver esto --admitió el vampiro observando al castaño.

-- ¿Por qué me estás dando este honor a mí? --inquirió Taehyung bajando la mirada a sus manos aún entrelazadas-- Ni siquiera me conoces.

-- Tienes razón, no lo hago, pero quiero hacerlo, quiero conocer todo de ti --aseguró Jeon, utilizando su magia para levantar la barbilla del contrario-- También quiero que tú me conozcas a mí, así que creo que esto es un buen comienzo...

El azabache colocó su mano libre sobre la pared, los ladrillos de esta comenzaron a moverse mostrando el interior de una habitación completamente diferente. Si la habitación normal del vampiro era obscura, esta era luz, con muchos caballetes y cuadros por todos lados, un escritorio repleto de materiales de arte y el suelo salpicado con manchas de pintura. Esta era la cueva de un artista, un lugar sumamente íntimo, era su lugar seguro, y el vampiro lo estaba dejando ser parte de él.

-- ¿Este es tu escondite? --señaló Taehyung recorriendo el lugar.

-- ¿Qué? --respondió confundido el pálido mientras comenzaba a recolectar los materiales que usaría-- ¿A qué te refieres?

-- En la granja de mi familia hay un granero, suelo esconderme ahí cuando estoy molesto o triste, o cuando simplemente quiero estar solo, es mi escondite, es mi lugar seguro --explicó el humano solo admirando todo con detalle-- Así que me preguntaba si este sitio es el tuyo.

Hotel Transilvania | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora