veintiuno

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no me canso de este separador, lo amo <3

no me canso de este separador, lo amo <3

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— Sabíamos que volverías por nosotros, Heeseung dijo que solo teníamos que esperar, intento estar despierto hyung, pero no pudo —explicó el menor sin atreverse a soltar al vampiro, todo la adrenalina y valentía que había sentido se estaba esfumando, ahora solo le quedaba el dolor y el miedo— Mi hermano se va a poner bien, solo necesita dormir un poco como Tae, ¿verdad?

Jungkook asintió no muy seguro, no podía escuchar los latidos del pelirrosa y su pecho se mantenía estático, no parecía estar respirando.

— ¿Puedes dejarme revisarlo bebé?

Sunoo dudó por un momento, para finalmente separarse un poco del vampiro, estaba asustado y muy cansado pero su hermano era mucho más importante.

El azabache se hincó frente al cuerpo de Heeseung, intentó encontrar algún rastro de pulso en sus venas, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas por la impotencia, negándose a mirar al más pequeño.

— ¿Mi hermano murió?

Una simple pregunta. Dos posibles respuestas.

— Hyung estaba sangrando mucho, así que cuando pudimos huir lo traje aquí e intente detener la sangre pero el gritaba mucho... —murmuró el menor de los Kim con voz gangosa— Me pidió que lo dejara, que me fuera... que intentará conseguir ayuda... pero no pude... él es mi hermano, no quería dejarlo... y luego se detuvo... ¿está muerto hyung?

Jungkook estaba asombrado con el niño, la madurez con la que estaba tomando la situación no cuadraba con su pequeño cuerpo, pero Sunoo era un niño inteligente y no podía mentirle.

— No lo sé, pero...

El castaño lo miró con sus enormes ojos acuosos por las lágrimas, no había dejado de llorar en ningún momento y Jungkook estaba a nada de unírsele.

— ¿Pero?

— Pero Seungie siempre quiso ser un vampiro, ¿cierto? —cuestionó el azabache como un último recurso— ¿Lo intentamos?

El niño asintió frenéticamente— ¡Si hyung! ¡Haz lo que sea pero salva a mi hermano, por favor!

El vampiro no tenía muchas esperanzas, pero necesitaba intentarlo, necesitaba saber que hizo hasta lo imposible o no podría vivir con la culpa. Sin detenerse a pensarlo encajo los colmillos en el lado derecho del cuello del pelirrosa, justo sobre su vena. Jungkook no había convertido a nadie en sus 123 años, pero ahora en un solo día había intentado convertir a tres personas y esperaba con todo su corazón que lo lograran.

Se separó al cabo de unos segundos, observando el rostro del humano junto a él, esperando algún indicio de que su mordida había resultado. Ambos, Jungkook y Sunoo, se mantuvieron en silencio, demasiado preocupados como para hablar siquiera, solo podían escucharse los sollozos bajitos del menor.

Hotel Transilvania | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora