Cayendo Por El Opuesto

Capítulo Doce

-Hey!- le dije nunca alejando mi vista de los caramelos en el agua. Bryan se empezó a reír, como si le hubiese contado el chiste más gracioso del mundo. Ahí fue cuando lo mire, estaba rojo de tanto reírse. -Idiota- dije en susurro más para mí misa que para él. Pero el lo escuchó de todos modos y dejo de reírse.

-Qué me dijiste?- me dijo con un tono burlón. No me di cuenta hasta este momento, pero estábamos muy cerca, nuestros muslos se rozaban y el se acercó aún más.

-I dio ta- le dije separando las sílabas, pero una sonrisita apareció en su rostro y algo en sus ojos apareció. Solo que no era algo bueno, era una mezcla de atrevimiento, como si una idea se le vino a la mente. Le iba a preguntar que le pasaba, pero sus acciones lo dijeron todo.

De repente dos manos estaban en mi cintura y moviéndose, haciéndome cosquillas. Mi risa era la único que se escuchaba en el silencio de la noche, y entonces mis risas se ahogaron. Literalmente. Él me empujó al lago y me hundí en el agua.

Quiere jugar así?

-Bryan! No sé nadar!- dije ahogándome. Agarré lo más que pude de aire y me deje hundir, para hacerlo creíble movía los brazos y paré después de unos segundos bajo el agua. No sabía que estaba haciendo Bryan hasta que vi un cuerpo al lado de mi, ya yo estaba en el fondo a punto de ahogarme de verdad si no llegaba pronto a "salvarme".

Me agarró de la cintura y me subió junto con él, al llegar al oxígeno tomé la gran cantidad de aire que le faltaba a mis pulmones. No pensé que se lo crearía. Pues ya me había visto nadar antes, y hasta nadamos juntos. Pero supongo que se lo creyó, o me salvó a propósito.

-No se si pudieses ser más boba- me dijo. Fue ahí cuando lo miré a sus ojos, y vi una emoción, alegría, aunque fue por un segundo hasta que las paredes se formaron de nuevo. Pero su sonrisa seguía ahí, tan perfecta como siempre. -Casi te ahogas, y ahora nos vamos a resfriar- dijo burlándose de mi.

Su cabello largo y mojado caía sobre su frente, casi tapando sus vacíos ojos azules. Fue ahí cuando pensé, como estará el mio? Rápidamente me hundí en el agua, me peine y subí otra vez, con el cabello para atrás. El se peinó su cabello, y sonrió como si fuese lo más normal del mundo.

-Bueno, tu también entraste. A demás no es como si te hubiese obligado!- le dije y le salpique agua. Tal vez fue una mala idea, porque después de tragar el agua que le salpique, el empezó a salpicarme a mí. Y lo que comenzó como un juego, terminó como una pelea de agua. -Ya!- le dije en un chillido, y nadé lo más lejos que pude de él.

Cuando había sentido que me lo deje atrás, que ya estaba lejos, que él me dejó ganar, sentí una mano fuerte sujetar mi tobillo y jalarme hacía atrás. Después sentí una mano deslizarse por mi cintura y lo siguiente que vi eran los ojos azules de Bryan y sentí su aliento caliente al decir -Te atrapé- con una voz grave y rasposa.

Reímos juntos, y sentí como el tiempo se detuvo y nada más estabamos nosotros dos. No se cuanto tiempo pasó, pero nos quedamos así por un buen rato. Hasta que escuchamos una voz gritar:

-Tórtolos, lamento interrumpir pero nos estamos congelando y dudo que ustedes no, así que Grayson lleva tu gordo trasero al campamento y prende la maldita fogata para tener un poco de calor!-

En el instante que escuchamos una voz nueva, empuje a Bryan lo más lejos que pude y volteé a ver a Chase parado con Ashton, quien estaba a recostado contra un árbol. Quién sabe por cuanto tiempo han estado ahí? Por dios, apuesto que mucho.

Solté una risa nerviosa y empecé a nadar hacia el muelle. Me subí rápido, parte para que Bryan no me viese el trasero. Al salir del agua y pararme empapada en el muelle, maldije por dentro porque me empecé a congelar. Literalmente temblaba del frío, y mis labios ya se sentían congelados.