Capítulo Once

136 8 0
                                    

Después de tres horas encerrada en un carro, hicimos una pausa para ir al baño. Sinceramente yo era la única que quería en mi defensa las siestas me dan ganas de ir al baño. Al terminar, nos volvimos a montar en el carro y seguimos a la carretera, pero ya para esta parte se pone un poco montañosa y con tierra y rocas; eso significa que ya falta poco.

Con tanta emoción de llegar ya, me quite los audífonos, mi salvación, y se los devolví a Bryan agradeciéndole un millón de veces porque no se que hubiese son ellos. De verdad tengo que averiguar que le pasa a ese chico, su música era buena, su protector de pantalla era una pintura y no puedo negar haber averiguado un poco sus cosas mientras fingía buscar una canción.

Los últimos quince minutos no fueron tan mal, en realidad fueron divertidos. Todos nos burlamos de las barbies atrás, quienes se estaban quejando como las mimadas que son. Probablemente de la tierra, o de la humedad.

Al llegar no me pude contener y salí corriendo del carro, ganando varios "Hey!". Yo ya tenía mi traje de baño y estoy segura que todos también así que grite lo más que pude -¡Quien llegue de último hace las carpas!- y escuché como empezaron a correr y a empujarse.

Vi a mi alrededor y supe que estaba a medio camino, los árboles me pasaban por al lado y trataba de no chocar. La naturaleza siempre me ha gustado, y este lugar es uno de mis lugares favoritos. Los árboles siempre verdes, excepto en invierno, y el lago siempre esta frío. Al pasar los años construimos un muelle, así podemos admirar la vista sin entrar en el agua.

Empecé a quitarme la camisa tirándola a un árbol. Los varones juegan fútbol, así que no paso mucho tiempo hasta que vi a Sam, los gemelos y a Jarred corriendo al lado de mi, ya sin camisa. Mi mente se desconcentro, y me quede viendo a Sam sin camisa (más bien su abdomen).

Sentí un golpe en mi hombro que fue lo que me hizo volver a la realidad, al voltear vi a Bryan sin camisa (también con un buen abdomen) y sonriéndome -Si te quedas mirando llegas de última- dijo y corrió mas rápido.

Obviamente no podía pasar a ninguno de ellos, eran cinco deportistas contra una ex-bailarina. No había mucha duda de quienes llegarían primero. No quise mirar atrás para ver donde estaba Ashton, solo corrí lo más que pude y al ver el muelle mi sonrisa creció.

Los chicos ya estaban adentro y discutiendo quien llegó primero, al parar antes del muelle mire a mi alrededor. El muelle estaba un poco viejo ya, y el lago se veía hondo y bello. Un poco más adentro se veían las rocas gigantes que están al lado del lago, los árboles verdes estaban por donde fuese que miraras y el olor a naturaleza era algo que tenías que amar.

-Vamos, yo fui quien llegó de primero!- escuché a Travis gritar y mi vista pasó de los árboles a los cinco chicos nadando y discutiendo.

No pasó mucho hasta que sentí a Paige parar al lado de mi a recuperar su aliento,como yo hice. -Por lo menos no fui la última- dijo ella y miró para atrás, haciéndome hacer lo mismo. La risa que escapó mis labios fue la mejor, Paige también estaba riendo.

Vimos como Ashton tenía a Brittany en su espalda y venía trotando. -Bebé, hay mucha humedad, y mucha tierra, mi cabello se va a mojar, mis tacones se van a ensuciar- se venía quejando.

Yo solo me volteé y pensé Menos mal que no soy así, siempre preocupada por como me veo.

Paige y yo caminamos al final del muelle, antes de saltar pregunté -¿Esta fría?- los chicos sacudieron la cabeza, y Bryan y Sam me dijeron que no. No confío mucho en Bryan, pero se que en Sam si. Así que saltamos juntas, al tocar el agua con las puntas de mis pies mi cuerpo tembló.

Cayendo Por El OpuestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora