NieLanTober 2021

19. Compromiso

Nota: en la historia es común que los hombres y mujeres se casen sin importar el sexo, así que también está la posibilidad del mpreg. NO LO CONTIENE, pero se insinúa.

Nie Mingjue estaba molesto, claro que estaba en todo su derecho.

Su padre no solo lo había comprometido sin consultarle absolutamente nada, también había organizado una visita de su prometido. Lan Xichen viajaría a Qinghe Nie para oficiar el compromiso y comenzar con el cortejo, así que un séquito de maestros y discípulos Lan lo acompañarían.

- Te portarás bien – dijo su padre – Lo tratarás con educación y diplomacia, no serás grosero ni brusco –

- Padre ya me lo ha explicado muchas veces – dijo entre dientes, sabiendo que lo molestaría aún más – Soy el futuro líder de secta, tengo que actuar como tal – Nie Mingjue dejó la oficina de su padre y caminó a sus habitaciones, tenía que "ponerse presentable" para su futuro esposo.

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Lan Qiren observó con tristeza a su sobrino. Qingheng-Jun seguía siendo el líder de secta, aunque estuviera en reclusión, por lo que sus órdenes, siendo secundadas por los ancianos de la secta, tenían que cumplirse sí o sí.

Él deseaba para sus sobrinos felicidad infinita, deseaba que encontraran el amor como los antepasados de su secta y su fundador. Por algo la secta había estado renuente a aceptar matrimonios arreglados, porque el amor era el pilar de Gusu Lan.

Y ahora Xichen, su Xichen, estaba en camino a conocer a su prometido de manera oficial.

- Tío... - Qiren le miró - ¿Qué haré yo cuando me case con Nie Mingjue? ¿Cuál será mi puesto? –

- Él será el líder de secta y tú serás su líder consorte – explicó – Manejarás los asuntos de la administración de la secta, los gastos, las compras... la organización en el harem –

- ¿Harem? –

- Mn, la probabilidad de que el cultivo dual en dos hombres lleve a un heredero es muy poca – Lan Qiren ya lo había investigado, y le dolía – Así que el líder Nie tendrá que tomar a alguna concubina para engendrar un heredero –

- ¿Y luego lo criaré yo? – Qiren asintió, mirando hacia el frente - ¿Qué pasará con la concubina? ¿Se irá de la secta? – Lan Qiren negó con la cabeza, y Nie Mingjue lo entendió.

Tenía expectativas de poder congeniar con su prometido, de formar una amistad y luego, con esfuerzos, llegar a amarse como los esposos lo hacían. Pero si no podía darle un heredero, si no podía ofrecerle el calor que una dama sí... entonces solo sería arreglo entre sectas.

Miró algo triste por la ventana el resto de su viaje.

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- Gran maestro Lan, joven maestro Lan – les saludó el líder Nie, recibiéndolos – Es un placer tenerlos de visita, por favor – los invitó adentro, donde Nie Mingjue esperaba de pie en el extremo del salón.

Los cuatro se sentaron en dos mesas, una frente a la otra. El líder Nie y su hijo estaban sentados juntos y Lan Qiren y su sobrino estaban lado a lado.

- Confío en que esta unión será beneficiosa para ambas sectas – declaró el líder Nie – Gusu Lan y Qinghe Nie siempre han tenido una buena relación, que mejor manera de oficiarla con una boda –

- Mi hermano lo pensó muy bien – dijo Qiren – Además, los ancianos de la secta han dicho que será lo mejor –

Siguieron tomando té y hablando de las ventajas que tendrían al unir las dos sectas, ignorando el hecho de que ambos jóvenes se evitaban con la mirada. Nie Mingjue tenía el ceño fruncido, era obvio su descontento, y Lan Xichen parecía querer irse de ahí lo antes posible.

- Mingjue, ¿por qué no llevas al joven maestro Lan al jardín interior? – Nie Mingjue sabía que no era una pregunta – El gran maestro Lan y yo conversaremos otros temas –

Mingjue asintió y se puso de pie, al igual que Xichen, y con un gesto brusco le dijo que lo siguiera.

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Caminaba varios pasos delante de él. No deseaba verlo. Pero pensó entonces que no era justo. Lan Xichen también se veía decepcionado por aquel compromiso, ninguno de los dos tenía la culpa de que sus mayores decidieran por ellos.

Esperó a que Lan Xichen llegara a su lado y lo miró con arrepentimiento.

- Perdona mi comportamiento, joven maestro Lan – le dijo, sorprendiendo a Xichen, quien pensó que no le dirigiría ni una palabra – Mi padre... me ha dicho justo ayer que había arreglado un compromiso, y hoy en la mañana me comunicó de su visita –

Lan Xichen le sonrió con comprensión y dejó su postura tensa.

- No tiene que disculparse, joven maestro Nie – le dijo – Me sorprende que le dijeran ayer, yo lo he sabido desde hace casi un mes –

- ¡¿Un mes?! – Xichen comenzó a reír por la reacción de Mingjue – Mi padre me las pagará algún día –

Siguieron caminando, esta vez uno al lado del otro.

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Mingjue había perdido la cuenta de las visitas de Lan Xichen a su secta. Habían empezado con el pie izquierdo, pero descubrieron que podía ser amigos. Por eso estaba emocionado en esa ocasión. Xichen llegaría en un momento, y él estaba ansioso por mostrarle lo que había hecho en el jardín de las habitaciones que serían de los dos cuando se casaran.

- Joven maestro Nie – le llamó uno de los discípulos – El joven maestro Lan ha llegado – Nie Mingjue no esperó más y corrió hasta la entrada de su casa. Vio las túnicas azules del clan Lan, pero se veían un poco más... lindas, como si fueran de alguna ceremonia.

Solo hasta que estuvo de frente ante Lan Xichen se dio cuenta. Llevaba un tocado y un peinado diferente, incluso llevaba algunos adornos extras en esa ocasión. Mingjue pensó que las túnicas ya lo hacían resaltar más, pero ver que también su rostro se veía distinto... más iluminado, casi le hizo sonrojar.

- A-Jue – habían dejado las formalidades después de la segunda visita – Tío dijo que esta vez pasaría la noche aquí – le comentó con una sonrisa, Mingjue solo era capaz de asentir – Quizás esta vez podríamos salir al pueblo como dijiste en la ocasión anterior –

Los sirvientes habían dejado la habitación desde hacía rato. Lan Xichen apretaba sus manos algo nervioso. Nie Mingjue se dio cuenta de que este hombre sería su esposo.