26. Demonios

47 11 0
                                    

NOTA: Digamos que el mundo del cultivo sigue vivo, las sectas viven aisladas y estamos en un mundo actual... sí, eso es todo.

Lan Xichen caminó más rápido cuando la sensación de ser perseguido se hizo más fuerte. Llevaba en sus manos una manopla con picos, eran filosos y servirían para protegerse de lo que sea que lo estaba siguiendo.

O eso esperaba, porque estaba seguro que aquella cosa que lo perseguía no era del todo humano.

Sentía la presencia de esos ojos rojos más fuerte, el viento soplaba con fuerza, pero juraba que escuchaba jadear a aquella cosa. Comenzó a correr cuando escuchaba el raspar de garras en el pavimento.

Su cara ya no pretendía ocultar el miedo y el suspenso en el que se encontraba. Él sabía cosas, había visto muchas cosas que las demás personas decían que no veían o que las estaba confundiendo. Había visto ojos brillosos, garras, saltos imposibles, bestias ocultas...

Casi sintió un aliento pútrido y frío en su cuello. Hasta que un resplandor verde detuvo aquella cosa que lo estaba persiguiendo. Lan Xichen se detuvo y pudo ver entre la niebla el resplandor verde de algo que estaba provocando agudos aullidos de la cosa que le perseguía. Después no escuchó nada más.

Pudo distinguir a una persona entre la niebla, se acercó lo suficiente y Lan Xichen logró ver los detalles del hombre.

Era quizás un poco más alto que él y su piel un poco más oscura. El hombre tenía el cabello largo sujetado en una coleta y dos mechones rebeldes se pegaban a su rostro, el cual tenía marcado con múltiples cicatrices.

- ¿Estás bien? – tenía una voz agresiva, profunda, pero sonaba suave en ese momento - ¿Qué es lo que viste?

- Ah... no vi nada... solo escuchaba... no era... - Lan Xichen no tenía siquiera palabras para describir la sensación agria de terror en su cuerpo.

- No era humana, ¿verdad? – Lan Xichen asintió y el joven frente a él guardó la espada en una funda enganchada en su espalda – El que puedas ver a los demonios es preocupante, pero tus ojos me recuerdan a los ojos de algunos amigos – el hombre se acercó a él y lo miró directo a los ojos - ¿Tu nombre?

- El tuyo primero – Lan Xichen veía una espesa y sucia sustancia escurriendo de donde, suponía, estaba la cosa muerta.

- Nie Mingjue.

- Lan Xichen.

- ¿Lan? – el joven sonrió como quien descubre algo importante y sacó del bolsillo de su sudadera un pequeño libro – Supongo que no es la primera vez que ves algo así... - Lan Xichen negó con la cabeza – Voy a decirte algo, te encontrarás con más de esas cosas, tienes algo especial... Ten este libro y léelo, y de paso... Nie Mingjue escribió en el antebrazo de Lan Xichen su número – Te dejo mi número si tienes dudas...

Nie Mingjue le sonrió y Lan Xichen no pudo evitar sonreírle de vuelta.

- ¿Estás ocupado? Quizás puedas empezar a resolver mis dudas ahora...


NieLanTober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora