Bueno. Otro episodio más que la verdad, lo saqué directo. Seguramente encontraran algunas faltas de detalles y demás, pero estaba cansado después de finalmente recibir la vacuna del Covid y demás. Ahora solo les digo que disfruten.
Advertencia, Mushoku Tensei y sus personajes no son de mi propiedad. Crédito a sus respectivos creadores. Solo el personaje principal y el rumbo que toma esta historia son de mi propiedad.
"¡FINALMENTEEEEEEEEEE! ¡YA ESTAMOS EN EL CONTINENTE CENTRAAAAAAAAAAAL!"
Ahora yo andaba de lo más feliz de la vida, celebrando por que finalmente, después de tanto tiempo, hayamos regresado a nuestras tierras natales.
Aún faltaba para poder regresar a la región de Fittoa y también a donde se encuentra la famosísima ciudad Roa. No sé como estarán las cosas por ahí, pero según los informes que me dio Paul, este me dijo que toda arquitectura ha desaparecido sin dejar rastro alguno, siendo solo las personas las que fueron teletransportadas.
"Jejeje, el verte así es muy extraño. Cuando regresemos, debería de pedirle al abuelo que haga un retrato de ti sonriendo."
Esas fueron las sinceras palabras de Eris, quien con un leve tono de burla, se dirigió hacia mí. Levanté una ceja por ese comentario y la volteé a mirar.
"¿Tan raro es verme sonreír?"
Sin pensar, tanto Ruijerd como Eris asintieron repetidamente, sacándome una gota de sudor que se deslizó por mi nuca. Parece que también soy un poco reservado cuando se trata de verdaderos sentimientos.
"Bueno, como sea." -suspiré en resignación y luego señalé a una calle en específico-. "Según algunas personas, por esa zona venden cosas que nos serán de utilidad en el viaje. Vayamos y compremos algo que nos haga falta."
Nuevamente, mis dos acompañantes asintieron ante mis órdenes y con el caballo siguiéndonos mientras tiraba de la carreta, nos adentramos en la zona comercial del puerto.
Exploramos un poco, viendo como la mayoría de las cosas que se vendían en este lugar estaban más relacionadas con el mar que con otra cosa. Ruijerd acompañó a Eris quien veía todo con una gran sonrisa en su rostro, pero no se atrevía a comprar algo. Yo iba por separado, averiguando que me sería de utilidad para el viaje, hasta que finalmente lo vi.
Mis ojos se abrieron como platos sin creerme el tremendo regalo que tenía justo enfrente, y créanme que les digo que no lo iba a desaprovechar.
"¡Oiga, señor! ¿¡A cuanto está!?"
"¿Eh? Ah, un niño. Piérdete que no estoy para..."
Con cara de póker, saqué una bolsa de dinero de mi gabardina y se la enseñé al tipo el cual al instante que vio la gran bolsa llena de monedas, dirigió toda su atención en mí. No dejé escapar esa sonrisa maliciosa detrás de esa máscara de hombre amable y rápidamente comencé a detectar todo rastro de estafa.
"Muy bien chico, ¿qué es lo que quieres?"
"Quiero eso." -dije, señalando un objeto en concreto-.
"Oh, ya veo, así que quieres el mapa, ¿no?"
"¡Exacto!"
"Entiendo. Pues serán 20 monedas de oro."
El comerciante, con una sonrisa tan falsa que hasta me dio asco, extendió su mano, esperando impaciente el dinero que supuestamente le iba a dar. Lástima que para él, soy más inteligente. Enfrente del mapa había un cartelito que decía el precio y este marcaba 5 monedas de plata, pero seguramente la gente con la que se topaba no era muy buena en matemáticas o no sabía nada de ello, por lo que simplemente robaba demás. Aunque... 20 monedas de oro... parece que me está viendo cara de tonto.
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El Destino de un Reencarnado ~Mushoku Tensei~ (PAUSADO)
Acción¿Qué hubiera pasado sí? Reencarnando en ... Muchas historias en el que el protagonista es reencarnado relatan hechos más allá de la imaginación, pero esas historias son solamente eso, fantasía. ¿O eso parece? Zouku, un empresario que murió en un...