Capítulo 64: El Laberinto de la Biblioteca.

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Muy buenas a todos. ¿Me extrañaron? Yo sí. Me disculpo por la tardanza, pero cada semana andaba con un examen que mis profesores me lanzaban. No tenía ni el fin de semana para escribir, solo tiempo libre que lograba sacar milagrosamente por la ausencia de un profesor que no nos dejaba tarea o un día feriado. 

En realidad, yo tenía planeado lanzar este capítulo el 25 de diciembre, como una especie de regalo de navidad, pero llegó un poco tarde. Resultó ser más largo de lo que esperaba. Pero igual, espero que les guste. 

Puede que esté un poco tarde, pero, ¡Feliz Navidad a todos! Me harían un gran favor si también me regalan unas estrellitas para este y el resto de capítulos. Eso me ayudaría a seguir escribiendo esta historia. Ahora sí, pueden leer. 

Advertencia; Mushoku Tensei y sus personajes no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores. Solo el personaje principal es de mi propiedad. Me disculpo por los errores gramáticos que haya cometido. 

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Me siento como un imbécil, uno de los más grandes que puede haber en todo el mundo. Cada vez que entraba en mi reino de los pensamientos recordaba mi conversación con Ariel y me golpeaba a mi mismo por lo estúpido que fui.

"¿Por qué carajos tuve que hacerme el tipo genial?"

Sí. Esa era la pregunta que me carcomía a cada rato. O sea, ningún imbécil llega de la nada a hablar con una chica que no ves desde quien sabe cuanto tiempo y le haces renunciar a sus ideales haciéndole cuestionar los suyos con argumentos que tu sacaste de un personaje ficticio que nadie sabe que existe. ¡Ah! ¡No, espera! ¡Sí hay un imbécil que hace eso! ¡Yo!

Fácilmente con esa conversación que tuve con Ariel pude haber roto nuestra amistad y hacer que esta me odie por el resto de sus días con vida. Ya estoy temiendo de que todo lo de la usurpación al trono del Reino de Asura comience temprano porque Ariel no quiere estar ni un segundo más cerca de mí. Eso sería un problema desastroso.

Pensé en muchas maneras en disculparme, pero eso solo haría que ella se enfade más si lo pienso bien. Puse ideales que yo mismo me creé en base a un personaje ficticio para darle a ella la pista que necesita para poder convencer a Perugius que es una buena candidata para el trono. Disculparme por todo eso sería como... ¿decir que todos mis ideales fueron una farsa? ¡Ya no lo sé!

La gente de la realeza se complican las cosas al constantemente estar utilizando oraciones con doble sentido para llegar a su objetivo. Si son muy directos se podría considerar como una ofensa, por eso doblan sus palabras con mucha gentileza para poder llegar a su punto. Y con todo eso en mente, teniendo a Ariel como alguien de la realeza cuya mente piensa de esa misma manera, no me sorprendería que también tergiverse mis disculpas como una renuncia a mis relatos anteriormente dichos.

"¡Coño!"

Me tiré en la cama de una de las habitaciones que Perugius me otorgó. Almanfi me guio hasta esta habitación libre de muy mala gana luego de que Luke se llevara la que yo esta utilizando la primera vez que vine. ¿Por qué no se quedó en la que le dieron al principio? ¡Cabrón!

Como sea, solo pude lamentarme por mi pésima forma de ser. Siendo un engreído hasta el final al actuar como un sabelotodo enfrente de alguien que anda frágil por culpa de sus decisiones. Encima, ese alguien es amiga de mi esposa, quien le dio hospitalidad y mucho cuidado hasta que la reclamé como mía luego de un tiempo de reencontrarnos. 

"Eres un cabrón Zouku." -se burló Muramasa-.

"Muramasa, los insultos que me lanzó a mí mismo solo me lo estoy permitiendo. Tú no tienes la autorización para ello." -dije perezosamente-.

El Destino de un Reencarnado ~Mushoku Tensei~ (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora