③𝑳.𝒀.𝑴.𝑭 ⃟🦋࿐ ˢᵃⁿʷᵒᵒ

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El alfa de mechas rojas salía del elevador de aquel edificio, San en ese momento se dirigía hacia su apartamento, con su mano derecha sostenía su teléfono y en la otra llevaba una bolsa con los antojos de su omega, antes de salir de su trabajo el menor lo había llamado para que se los comprara.

—Si mamá, los estoy cuidando bien, ya sabes que ellos dos son mi prioridad… —el ojigris dio un largo suspiro, su madre era muy exigente.

—Más te vale Choi San, cuida muy bien de nuestro Wooyoung y el cachorro… —

—Ahora estoy en la puerta de mi casa, te llamé otro día, cuídate mucho mamá, también envíale saludos a papá. —

—Está bien, cariño, envíale mis saludos a Wooyoung… —la llamada se corto.

San dio una media sonrisa, guardando su teléfono en el bolsillo y marcó la clave de la puerta, entró dejando su bolsa y zapatos en la entrada, las luces estaban encendidas, pero no había ningún ruido, todo estaba en total silencio.

El alfa dejó una bolsa blanca en la mesa y vio a todos lados, no había rastro de su omega.

— ¿Woonie? —llamó, el alfa se empezó a preocupar, pero se relajo totalmente cuando la puerta de la habitación principal se abrió, dejando ver a la preciosa personita que más amaba.

—Hyungie… —un lindo Wooyoung saludo restregando uno de sus ojos con su puñito.

—Estoy en casa, mi hadita. —

— ¡Bienvenido, Hyungie! —el pequeño omega estampó su cuerpo con el del alfa, siempre teniendo cuidado de no aplastar su pancita, abrazándolo con fuerza. —Honey y yo lo extrañamos mucho… —

—Yo también los extrañe… —San inclinó su rostro dejando un beso en la coronilla de Wooyoung, mientras que con sus brazos rodeaba el cálido cuerpo de este. —Te traje el pastel de queso que tanto querías. —

— ¡Gracias! ¿Ya le dije que lo amo mucho?—

—Ya, pero no me molestaría escucharlo las veces que sea. —

—Te amo mucho, mi Sannie lobito… —

—Te amo más, mi Hadita bonita… —cortó la distancia con el pelimorado, dejando un corto pero cálido beso.

—Hoy tenía antojo de pastel de queso… —Se separó del abrazo de su alfa, para ir directo hacia donde estaba el postre, los ojitos del omega brillaban y se le hacía agua la boca. —Solo espera un poquito, Honey, papi te dará de comer en este momento. —

Wooyoung se sentó y rápidamente metió un trozo grande de pastel en su boca, suspirando satisfecho, sintiendo el delicioso sabor en sus pupilas gustativas.

—Come despacio, hadita. —San se acercó dejando un beso en la sonrojada mejilla de su esposo. — ¿La señora Yongsun y tú la pasaron bien? —