ᴇɴ ᴘᴀᴜsᴀ
🦋Tercer libro de la Saga: FAIRY TALE
Sonrisas dulces, abrazos cálidos, felicidad desbordante, besos llenos de amor, los mimos y los "te amo" nunca faltaban, el amor crecía día con día.
Sus vidas estaban entrelazadas,solo faltaba dar el ú...
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— ¡Wooyoung! regresa acá pequeño travieso. —el alfa corría detrás de su omega.
—Atrápeme si puede... —Wooyoung dio un pequeño gritito cuando casi era alcanzado por San. —Aléjese de mi, lobo feroz. —el omega empezó a tirarle agua al de mechas rojas.
—Eso es trampa, Woonie, el agua está muy fría... —la verdad era que San le tenía miedo al mar, desde pequeño pensaba que si entraba las olas se lo llevarían a las profundidades, pero su Woonie quería pasar la Luna de miel en ese lugar y el nunca se negaría a un deseo pedido por su hadita.
El mayor se alejó y se sentó en la arena, contemplando la sonrisa de Wooyoung, este aún jugaba en la orilla del mar.
—Hyungie, encontré un pequeño cangrejo, extienda su mano. —San negó. — ¿Porque? —
—Me puede morder... —el pelimorado empezó a reír al escuchar aquello.
—Es un alfa miedoso... —
—Eres malvado, Woonie. —El alfa hizo un puchero, el cual en el instante fue besado por Wooyoung, haciendo que San se sonrojara.
—Regresemos, Sannie... —Woo dejó nuevamente al pequeño cangrejo en la arena.
San le sonrió, levantándose y extendió su mano, el omega de inmediato se aferró a esta.
Sus pies tocaban la suave y húmeda arena, con sus manos entrelazadas caminaban por la orilla del mar, el suave y fresco viento pegaba en sus rostros, el precioso atardecer hacía que sus cabellos brillaran en un tono dorado.
San estaba hipnotizado viendo lo bello que se veía Wooyoung bajo la luz del atardecer, los últimos rayos del Sol besaban aquella suave piel acaramelada, los ojitos azules que tanto amaba hacían contraste con el mar, su omega giro a verlo, regalándole una radiante sonrisa, el alfa definitivamente se enamoraba cada segundo de su pequeño esposo.
—Hyungie ¿puede llevarme en su espalda? estoy un poco cansado. —la voz del ojiazul sacaron a San de su pequeña ensoñación.
—Claro... —el alfa se inclinó un poco, colocándose a la altura del omega. —Sube cariño... —en el momento sintió que Wooyoung se aferro a su espalda, con cuidado se levantó y con sus manos sostuvo las piernas para que su esposo no resbalara
—Gracias, hyungie... —
—Woonie, si quieres puedes llamarme San, ahora soy tu esposo... —
—No quiero, me gusta más hyungie, se escucha lindo y tierno, así como usted. —Wooyoung beso la sonrojada mejilla de su alfa.
—Deja de decir cosas tan tiernas, haces que quiera comerte a besos... —
—Nadie se lo impide, hyungie, usted puede darme todos los besitos que quiera... —
