Siete días de ensueño, desde que Ivana se fue de la casa. Absolutamente todos respiramos calma y bienestar, no había nadie que no se diera cuenta del dramático cambio en el ambiente del lugar. Con Thomas es como si hubiésemos viajado en el tiempo, la locura y el encanto que sentíamos el uno por el otro seguía intacto y no hubo una sola noche en la que no nos fundiéramos una y otra vez en nuestro amor. Como una verdadera idiota deje cualquier preocupación de lado y disfrute cada pequeño momento junto al amor de mi vida, obviamente el primer día no pude dormir, sin embargo, esa misma noche luego de rever las cosas una y otra vez decidí que negaría absolutamente cualquier acusación de parte de Ivana sin siquiera dudarlo. Sería su palabra contra la mía.
Al décimo día volvió mi pesadilla, cuando terminábamos de almorzar ella hacia su entrada triunfal. – ¡¡¡Thomas, querido!!! – estaba total y completamente jodida, no había duda alguna de que vendría a por mí.
- Veo que decidiste volver – el tono de voz de su amigo era cordial sin embargo no daba lugar alguno a la hermandad que antes solían demostrar.
- Oh querido, claro que regresaría. Después de todo esta es mi casa – su mirada me penetraba sin dudar – además, solo viaje por unos negocios, pero por suerte ya no necesito volver a irme por un largo tiempo, nunca se sabe cuándo me necesitaras a tu lado – trague saliva frente a sus palabras, no quedaban dudas Ivana venía a sacarme de aquí
Después del incomodo momento ella se aisló en la privacidad de su habitación mientras Thomas y yo decidimos dar un paseo por el bosque, más tarde tomamos el té en el balcón de nuestra habitación apreciando el arte que la madre naturaleza nos regalaba y a la hora de cenar solo nos acompañó Nana Nora. Sabía lo que buscaba Ivana, mantener un perfil bajo y en cuanto estuviese sola vendría hacia mí, y dos días después eso fue lo que sucedió.
Thomas debía salir por unas horas para atender un negocio, al igual que Nana para encargarse de algunos trámites del hogar, y en esa mañana fue que me convertí en una presa fácil. Ivana llego a mí veinte minutos después de que la mansión se encontraba en desamparo, ingreso en nuestra habitación cuando yo me encontraba leyendo un libro en el balcón.
- ¿Me extrañaste princesa? – se notaba en el tono de voz que había estado esperando por este momento, la ansiedad en ella era palpable.
- ¿Qué quieres Ivana? Vete de aquí –.
- Sabes muy bien a que vine, así como el motivo de mi breve partida – claro que sí, pero mi plan había cambiado, ya no me iría de aquí – pues bien, he traído tu pedido asique es tiempo de que cumplas con tu parte – imposible, es imposible.
- Mientes, nadie del personal de seguridad te hubiese dejado ingresar con otro celular sin antes pedir el permiso de Thomas – me negaba a pensar que tuviese algún aliado aquí.
- No seas tonta, por supuesto que no traje un celular – cada vez entendía menos – sabía que eras tonta pero ahora que veo tu cara de desconcierto me doy cuenta de cuanto lo eres – quería asesinarla ahí mismo, pero antes necesitaba descifrar que había hecho – escucha con atención, un celular aquí dentro no serviría de nada. En primer lugar, porque el personal de seguridad lo encontraría con sus detectores y segundo y más importante porque la casa tiene algo así como un sistema operativo que permite evitar la señal de cualquier teléfono celular en un radio de tres kilómetros, a excepción claramente de aquellos que cuentan con una reforma en sus dispositivos que les permite utilizarlos, una reforma que es realizada por el técnico de la mansión en persona. – juro que no podía creer todo lo que me decía, nunca me hubiese imaginado que sería tan complejo – ¿acaso crees que me fui por gusto? claro que no, necesitaba mover contactos para traerte un xv800 – mi confusión era evidente y frente a ella Ivana solo me rebajo con la mirada para luego negar con la cabeza mientras miraba el suelo – joder soy una completa idiota por esperar que tu comprendas de que te estoy hablando, en fin tu solo debes saber que te traje un dispositivo que te va a permitir comunicarte con tu familia – esa última palabra retumbo en mis oídos. No quería irme, ya lo había decidido, pero la oportunidad de siquiera hablar con mi gente me hizo dudar.
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Jaque Mate : Que comience el juego
RomanceFalta tan solo dos meses para que cumpla dieciocho años y papa hoy me dio la mejor noticia que pude haber escuchado. El día de mi cumpleaños por fin voy a ser libre. - Desde ese día vas a poder salir sin miedo alguno, vas a poder gritar a los cuatro...