Capitulo 18

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Entre las miles de posibilidades que me plantee la más habitual consistía en que este día descubriría que mi papa realmente había muerto en manos enemigas al igual que Emily, que la única sobreviviente era Nana y que cuando Thomas entre a este baño y descubra mi traición se alejaría de mi sin dudarlo. Me quedaría sola junto con Nana y con el temor de que sería perseguida toda mi vida por la oposición, después de todo mientras haya un Kusman vivo el territorio norteamericano nos pertenecía por derecho. Las leyes de nuestro mundo eran respetadas en ese sentido, yo lo sabía muy bien.

En el momento que ingrese me tomaron por el codo y me arrastraron hacia una esquina.

- Señorita Kusman, ¿se encuentra bien? – el tono de Alice era apresurado, yo solo asentí – No tenemos mucho tiempo hay que sacarla de aquí lo antes posible – nuevamente me tomo y comenzó a guiarme cerca de los cubículos, esto estaba mal.

- Alice, espera un momento – La impaciencia en su mirada era evidente – mi papa.... Él – mis ojos ardían y las palabras se quedaron atravesadas en mi garganta, me veía incapaz de siquiera decirlo. Mi compañera frunció el ceño sin entender y en un segundo pude ver la comprensión cambiar sus gestos.

- Su padre está vivo señorita, y está esperando por usted – mis piernas cedieron y caí al piso, ya no podía contener mis lágrimas. Papa estaba vivo. – Tenemos que irnos – nuevamente me tomo, pero con más fuerza esta vez y siguió su camino hasta meternos dentro del último espacio, justo en el momento en que una placa del aire conducto se quitaba y un hombre se mostraba por encima nuestro.

- Alice, no entiendo – Mi labio temblaba y no sé por qué.

- No hay tiempo señorita, él la sacara de aquí – hizo el amago de tomarme de las piernas mientras el extraño hombre se estiraba para subirme, pero yo me negué y en un ataque de pánico salí del cubículo para escapar a los reconfortantes brazos de mi prometido, pero me congele en mi lugar al observar a mi alrededor. Todas las mujeres que se encontraban allí me observaban atentamente, pero sin sorpresa alguna por lo que estaba sucediendo. El desconocido se encontraba a la vista de todas colgando desde el techo y ellas sin inmutarse y sin quitar la vista de mi seguían hablando en voz alta y entonces lo comprendí. No son turistas, son actores y esto es una trampa, pero era muy tarde para descubrirlo. Un pañuelo me cubrió la mitad del rostro y caí en las sombras.

Todo estaba oscuro, podía percibir que estaba acostada pero no sobre que, solo sé que se movía. Quise abrir mis ojos, pero no podía, quise mover mi cuerpo, pero no me respondía. El miedo se apodero de mi logrando que mis palpitaciones y respiración sean erradicas.

- ¿Está reaccionando? - la voz parecía ubicarse muy lejos de mí.

- No, pero se está alterando demasiado. No creo que eso sea algo bueno – ¿era preocupación lo que escuchaba? o ¿solo eran ideas mías?

- Por supuesto que no – sentí levantar mi brazo, luego un pinchazo y caí de nuevo.

Ya no estoy en movimiento, siento la comodidad de una cama, la calidez de la habitación y un pitido interminable a mi lado. Tengo miedo de enfrentarme a la realidad, pero de todas maneras me esfuerzo y esta vez soy capaz de abrir mis ojos, agradezco que las cortinas estén cerradas porque me dolería la cabeza si la luz solar entrara por todos esos ventanales de cristal que decoran la pared a mi derecha. Giro a mi otro lado y encuentro al culpable del pitido, un marcador de latidos que recién me percato está conectado a uno de mis dedos, me llama la atención la intravenosa en mi brazo izquierdo y sigo su recorrido para notar una bolsa de lo que supongo es suero o algo parecido.

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2021 ⏰

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