Capitulo 10

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Mediados de otoño, cada vez hace más frio, pero ese no es un problema con Thomas. Su piel alrededor de mi desprende tanto calor que a veces hasta me sofoca. Los primeros días me costó acostumbrarme a dormir con él, pero ahora no hay algo que odie más que dormir sola en esta enorme cama. Son pocas las ocasiones que trabaja hasta tarde, pero odio cuando lo hace. Estos días volví a relajarme un poco más primero porque Max envió un mensaje en clave afirmando que él y Emily estaban sanos y salvos, y segundo porque Nora llego hace unos días y aunque nos encontró justo cuando dormíamos y fue una situación demasiado incomoda – para mi nada mas – me alegro de tenerla una vez más conmigo, principalmente porque ya no aguantaba estar sola con la señora Wilson. Esa mujer no me quiere y aunque no me trate mal su disgusto está presente en todo momento. Ahora con Nana Nora a mi lado ya casi ni la veo por aquí y eso me tranquiliza mucho.

- Las muchachas compraron todo lo que pediste mi niña. ¿Necesitas algo más? – observaba las bolsas mientras tachaba todo de mi lista

- No, con esto alcanza – estaba totalmente emocionada por esto

- De acuerdo, pongámonos a trabajar entonces –

Mañana era el cumpleaños de mi novio – escucharon bien... mi novio – asique le pedí a Nana Nora que me ayudara a preparar una cita romántica. Ella se ocuparía de cocinar un bistec con acompañamiento para la cena, mientras yo me encargaba del pastel y la decoración. Por suerte Thomas arribo a casa a las seis de la tarde y luego de un baño se acostó por un momento, asique aproveche y deje el traje que Nana le había preparado junto a una nota que explicaba dónde encontrarme. Yo me aliste en otra habitación, opte por usar uno de todos los vestidos que Thomas compro para mí, era uno corto con corte clásico y de color negro, pero me gustaba mucho como me quedaba, añadí unos zapatos de igual color y luego de colocarme perfume salí.

El jardín de invierno se veía absolutamente hermoso, y a cada segundo que pasaba mi corazón latía aún más a prisa. Veinte minutos espere cuando un Thomas confundido y entallado en su traje entro a la oscuridad del lugar, sabía que estaba haciendo un esfuerzo enorme por no caerse en la penumbra, después de todo uno de los requisitos en la carta era venir sin celular. Agradecí que hubiese quitado mis tacones hace rato y sigilosamente me acerque por detrás, mi idea era taparle los ojos, pero recién ahora me percate que sería imposible con mi altura asique en su lugar rodee su cintura

- Feliz cumpleaños bebe - presiento que él ya había notado mi ubicación antes de que me expusiera – es decir no podemos olvidar que es un mafioso, es muy instintivo – pero omití ese pensamiento, prefiero quedarme con la idea de que si lo sorprendí

- Pastelito ... - la oscuridad todavía estaba presente, pero yo aun así pude notar ese brillo, esa felicidad en su mirada. Me beso con tanta calidez que mis piernas no resistían tanta satisfacción asique decidí por cortar el beso.

Con mi torpeza y sin poder ver absolutamente nada pude llegar hacia la perilla y en cuanto la oprimí las pequeñas luces que había colocado se encendieron. El lugar no estaba en la oscuridad, pero tampoco totalmente iluminado, estaba en el punto justo para ambientar y al mismo tiempo cenar sin quedarnos ciegos. En cuanto gire vi su sonrisa y luego me sentí presionar contra su pecho.

- Te extrañé pastelito – reí ante su comentario

- Nos vimos hoy temprano – apoye mi mandíbula en su pecho y lo observe

- Eso fue a la mañana, y ya es de noche. Fue mucho tiempo – amaba este lado cursi de él. Volví a unir nuestros labios en un corto beso, pero Thomas quería más asique me tomo de la cintura y me acerco. Agradezco que me volví a colocar los zapatos porque si no estaría apenas tocando el suelo.

Jaque Mate : Que comience el juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora