Huggy Wuggy

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Lo siento, no pude no escribir algo de esa  tan rar y fea que ha estado tan de moda las ultimas semanas XD

Espero que les guste~

Nota: Técnicamente, la versión de Huggy que te ataca es realmente grande pero versiones pequeñas, encerradas en cajas, que creo que podrían llegar a atacar alguna vez

-Ink...- Oswald dejo escapar un largo y pesado suspiro, viendo a aquella cosa que su amiga tenía entre sus brazos y esa sonrisa en su rostro. -¿Sabes que? No voy a lidiar con eso, hoy no- negó rápidamente. -Ve con Julius- era una orden.

-¿Se pelearon?- la coneja enarco una ceja.

-No...- se encogió de hombros. -...pero tengo el presentimiento que lo que tienes allí, es malvado, así que prefiero que muerda a Julius y no a mi- era la verdad.

-Me parece justo- asintió ella, divertida por las palabras ajenas. -¡Hey Julius, mira lo que me encontré~!- canta mientras se acerca al felino, quien la mira con curiosidad, el conejo mirándolos desde lejos.

-¿Que encontraste esta vez, loquita?- ese era el apodo más cariñoso que se le podía ocurrir al mayor y a la coneja realmente no le molestaba.

-¡Esto!- alza lo que tiene entre sus manos para poder mostrarlo. Es un muñeco con largas extremidades y lo que parece ser pelaje de color azul, con las manos y pies de color amarillo, una cinta fina atada como moño en su cuello, con un sonrisa con labios rojos y ojos negros. Es extraño, al decir verdad.

-Es...raro- esa cosa no le da un buen presentimiento.

-Lo sé- ella rio. -Se llama Huggy Wuggy y mira lo que puede hacer- lo agito y cuando se detuvo, el maldito muñeco de repente se volvió agresivo, su boca abriéndose para mostrar múltiples hileras de pequeño y afilados dientes, su pelaje erizándose al mismo tiempo que dejaba escapar una especie de gruño. Julius soltó un fuerte y afeminado grito cuando esa cosa se soltó del agarre de la coneja para lanzarse hacia él, directamente a su cara.

-¡MATENLO!- se retorció, en pánico, podía sentir sus pequeñas manos aferrar a su pelaje y sus afilados dientes clavándose en su rostro.

-¿De donde lo sacaste?- pregunto Oswald, acercándose ahora que el muñeco estaba ocupado torturando a su hermano.

-Un nuevo lugar se abrió en "Ciudad Creppy"- Ink sonrío enormemente. -Genial, ¿no?- el rey simplemente vuelve a dejar escapar un largo suspiro, mirando de reojo a su hermano retorciéndose en el suelo entre gritos, intentando sacar al endemoniado muñeco de su cara. En serio no puede dejar ir a Ink sola y menos a esa ciudad aterradora.

The Old Toons 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora