Hogar

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Lo tenía en mente y decidí escribirlo 

Dude como veinte veces en publicar esto pero ñe, quería compartirlo ^_^

Espero que les guste~

Nota: Esta basado en el mundo de BABTQFTIM

Bimbo estaba solo. Su madre había muerto no hace mucho tiempo por aquella enfermedad de tinta que ya se había llevado muchas vidas y ahora estaba solo, en la calle, sin tener a donde ir. No puede recordar cuanto tiempo estuvo dando vueltas por el pueblo, durmiendo en pequeños rincones cuando tenía la oportunidad y comiendo lo que encontraba, pero un día simplemente cuando se desmayo y cuando se despertó, estaba en una cama dentro de una casa desconocida. Había una coneja adulta parada a su lado, mirándolo con preocupación. Ella lo cuido con cariño, lleno su estomago todos los días y sonrío en todo momento, sin hacer amague de echarlo una vez que estuvo completamente bien. Él realmente no quería irse y ella lo había aceptado después de decírselo, así que se quedo y ayudo en todo lo que pudo. Aun no lo consideraba su hogar pero era mejor que estar en la calle.

Ella lo acepto sin problemas y por momentos, podía ver a su propia madre reflejada en ella. Su amable y dulce sonrisa, paciente y trabajadora. Cuando ella, en un gesto de cariño, le acaricio ligeramente la cabeza, él sollozo. Extrañaba horriblemente a su madre, no había podido llorarla en su momento pero ahora podía. La coneja simplemente lo abrazo y murmuro palabras de consuelo, incluso le preparo chocolate caliente cuando se hubo calmado y lo arropo para dormir. Nunca podría reemplazar a su madre y la extrañaría siempre pero, con aquella amable coneja cuidándolo, se sentía ligeramente como si estuviera en casa.

La amable coneja tenía una hija. Era joven, con una gran sonrisa y ojos brillantes, siempre entusiasmada. Lo seguía a todos lados, pidiendo que jugaran juntos y regalándole dibujos bien coloridos. Bimbo simplemente rechazaba sus peticiones lo más amable posible y aceptaba con algo de nerviosismo sus dibujos, no había tenido hermanos y realmente no socializaba mucho, así que realmente no sabía como comportarse con ella. Aunque eso no parecía importarle a la pequeña Ink porque aun lo seguía a todas parte.

Y un día, ella se enfermo. Tenía fiebre alta y se había quedado sin voz, tosiendo con fuerza y gimiendo con dolor. Su madre dijo que estaría bien con mucho descanso y medicamentos pero Bimbo no confiaba del todo en eso. Su madre había empezado con una gripe que simplemente empeoro y se transformo en algún momento en la enfermedad de tinta que se la llevo, así que se sentía desconfiado. Se mantuvo a su lado con algo de pánico, simplemente la contarle historias y hacerle compañía. Cuando, después de unos cuantos días, ella se sentó de manera temblorosa y pregunto, con su voz ronca y apenas audible, si podían jugar a algo, él casi lloro mientras aceptaba rápidamente. Hizo lo que sea que ella le pidió y cuando se recupero, la dejo seguirlo sin quejarse e incluso la dejo agarrar su mano, la gran sonrisa que recibió a cambio de ese simple gesto lo hizo sentir cálido por dentro. Y cuando se le acerco, gritando "¡Hermano mayor!", solo pudo abrazarla con fuerza y esforzarse por no llorar de la emoción.

Y de repente tenía una madre adoptiva, una hermana pequeña y un nuevo hogar. Eso era mucho más de lo que alguna vez esperaba recibir después de la muerte de su madre pero no se quejaba, le gustaba mucho y lo agradecía a quien sea que lo escuchara. Esperaba que su madre, en donde sea que estuviera, estuviera feliz de que él estuviera en un buen lugar.

The Old Toons 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora