En medio de la carretera miraban las estrellas, su auto se había descompuesto hace un rato, la noche no permitía que Dipper lo pudiera arreglar. Así, que esa noche ese cielo estrellado sería su techo. Era una noche tan distinta a las de California, cada astro se podía apreciar con total claridad, sintieron cierta nostalgia porque ese firmamento les recordó aquellos días en Gravity Falls.
Ninguno dijo nada, no hace falta decir demasiado cuando se es feliz. Sobre el cofre del auto pusieron unas mantas, hablaban de las cosas de siempre, de las cosas que únicamente podían entender ellos dos.
—¿Mabs, estas segura de esto? —le preguntó Dipper mientras le apretaba la mano.
Mabel no respondió, únicamente asintió.
—¿Los extrañarás? —ahora era ella quien preguntaba.
—Por supuesto, pero haría esto todas las veces que fuera necesario —contestó Dipper acercando un poco más a su pecho a Mabel—. Tal vez los tíos lo entiendan algún día —Dipper hizo una pausa. —Papá y mamá, no lo sé.
—Sí, pero por ahora eso no importa —le dijo Mabel mirándolo a los ojos. —Por hoy nuestro futuro es tan inmenso y desconocido como este cielo, y cada una de esas estrellas es una oportunidad —Mabel señalaba el firmamento.
Dipper adoraba esa forma de pensar de su melliza, sus ideas siempre lo hacían sonreír.
—Descubrámoslo juntos —decía Dipper sujetando la barbilla de Mabel, quería probar una vez más sus labios.
—Descubrámoslo juntos —susurró Mabel antes de por fin besarlo.
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Momentos
RomancePequeñas o no tan pequeñas historias románticas entre la relación de Dipper y Mabel. Porque cada momento es especial, y lo prohibido lo es más. (PINECEST FLUFFTOBER)