Lena y Kara jamás han sido elegidas por voluntad propia, jamás han sido amadas como se merecen, jamás se han sentido plenas, y en un mundo donde la maldad vuela, su caminos se cruzan, destinos que pueden o no estar afianzados, y una decisión que pue...
Cuando regresé a mi penthouse luego de la cita con Kara, porque si, para mi fue una cita, me sentí más feliz de lo que me he sentido en estos últimos 2 años, así que cuando llegó a casa, tomo una ducha, y me meto desnuda a dormir... hacía tanto que no dormía sin ninguna pesadilla.
Me levanté feliz, hoy sería un gran día, me duche, me cepille mis dientes y preparé mi outfit.
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Iba llegando a la oficina, cuando pedí una reunión con los empleados de último minuto, en cual les informe que Kara Danvers tenía acceso total a todo el edificio, cuando ella quisiera sin ningún tipo de interrupción... desde luego estaban todos sorprendidos por el aviso, ya que jamás, en el tiempo que he sido su CEO he dado tal beneficio.
Llegue a mi piso y Jess, mi secretaria, me consultó si debía anunciar a la señorita Danvers o si podría pasar a mi despacho cada que lo necesitará, a lo que le confirme que tenía acceso total.
Me adentre en mi despacho y me quede sonriendo como idiota junto al gran ventanal, recordando esos ojos azules, sus mejillas sonrojadas, era algo de otro planeta... en el mundo de los negocios, es complicado y diría que imposible encontrar tanta ternura y perfección en una dama, que además es CEO, todos suelen llevar una máscara o su cara de poker, pero Kara, Kara parece un ángel, además de ser un libro abierto, toda ella me atrapa, toda ella me llama... quiero conquistarla.
Mi mamá, Lillian, me dijo desde pequeña, que si un día conocía a una persona que de solo verla me acelerará el corazón, sin siquiera conocerla, era la indicada, que no fuera como Lionel, mi padre, que era frío, egoísta y que sometía a todo el mundo a cumplir su voluntad, que por cada lágrima que le sacarán o que incluso yo por mi estupidez lo hiciera, le diera mil motivos para que sonrierá, que le diera todos los detalles que de corazón me nacieran, que siempre la protegiera, cuidará, respetará y le diera su lugar... y la encontré, es Kara, que con solo verla hizo que mi corazón ansioso la reconociera, y vamos, que esto no es un libro o película, en la que los protagonistas se dan mil y una vueltas para admitir sus sentimientos o atracciones, lucharé por ella y deseo con toda mi alma que ella me corresponda.
Luego de mis reflexiones y decidir conquistarla, empiezo a trabajar en darle un punto final a la asociación con Andrea Rojas, el gran dolor de cabeza de mi empresa, gracias a Lionel que se anda besando el trasero con el padre de Andrea, hizo una asociación extra de Luthor-Corp, Obsidian y L-Corp, sin mi autorización, claro como aún estábamos ligados por ser familia era completamente legal, además de eso, le otorgo el poder de eliminar a mis socios si lo creía necesario en base a su criterio... una locura, a mi parecer.
Nunca había tenido una razón más que suficiente para terminar nuestro contrato, yo dejaba que ella hiciera lo que quisiese siempre y cuando no perjudicará a la empresa, ni a los empleados, como es una hijita de papi, no quería que tuviera ninguna oportunidad contra Kara, porque a pesar de que ella posea el 50% de mi compañia ahora, las normas y leyes establecidas en un comienzo en la empresa eran inquebrantables, por lo que si a Andrea se le ocurría en su estúpida cabeza ponerse en mal plan con Kara y obligar a que se fuera, no habría manera, tenia que eliminar todo poder que Andrea tuviera.
