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Título: Vino.
Nº de palabras: 805
Advertencia: Nada está puesto "al azar", se trata de un capítulo "spinoff" de una idea que tengo rondando y que tal vez, traiga en algún momento. Por ahora, disfrutad de este lindo momento familiar.

 La celebración del tercer cumpleaños de los mellizos Malfoy-Granger traía de cabeza a la casa

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La celebración del tercer cumpleaños de los mellizos Malfoy-Granger traía de cabeza a la casa. A pesar de lo íntimo de la celebración, pues habían sido invitados en exclusiva los amigos de la familia que fungían como tíos, había una sorprendente masa de gente en su pequeño hogar. George y Angelina charlaban de manera animada con Daphne y su novia, quienes se sentían más cómodas en compañía de todos aquellos magos que con sus suegros, al tiempo que Harry, Blaise y Astoria jugaban con los cinco niños, correteando por todos los lugares de la casa. Rolf charlaba animadamente con Andrómeda mientras esperaban a que Luna y Ginny regresaran, pues habían escondido los regalos de los más pequeños en la casa de los Potter para que fuera una auténtica sorpresa. El matrimonio actuaba como los perfectos anfitriones, asegurándose de mantener cada cosa bajo control en todo momento y terminando de poner la mesa, bastante poco decorada. Neville, como siempre, llegaba tarde, aunque esta vez estaba justificado. Astoria les había dicho que al día siguiente sus alumnos tenían un exámen importante, así que teniendo en cuenta lo transigente que era en la mayoría de las ocasiones, les estaría resolviendo las dudas de último minuto

Cuando al fin estuvieron todos reunidos, se sentaron en la mesa; en un extremo Andrómeda, presidiendo como Hermione recordaba que hacía su abuelo en las reuniones familiares, y en el otro Teddy, con el papel del primo mayor que cuidaba al resto también debía presidir, aunque sólo fuera la parte infantil de la mesa en la que se concentraban los pequeños. No le importaba quedarse con los niños, sabía que era el mayor y que tenía que cuidar que se portaran bien, además, era mucho más divertido que escuchar la conversación de los adultos

— ¡Antares!- llamó algo disgustado al ver como la pequeña se levantaba y daba la vuelta a toda la mesa para sujetar a Blaise de la chaqueta, haciendo temblar la copa y la botella que tenía entre las manos.- ¡Scorp!- Llamó en el mismo tono, también extraño. Normalmente, los Malfoy-Granger eran los mejor portados en la mesa.

— ¿Qué pasa pequeña?- preguntó Blaise mirando a su ahijada, deteniendo un poco las conversaciones que se estaban llevando a cabo en la mesa.

— ¡No puedes darle eso a mamá!

— ¿Por qué no?

— Porque... Porque...- La pequeña trataba de crear una excusa razonable en su cabeza mientras que sus primos comían con tranquilidad pero sin perderse un detalle de lo que ocurría.

— ¿Porque no le gusta?- Preguntó Scorpius, probando suerte

— Pero si es su favorito... ¿Te acuerdas cuando lo probaste Herms?

— Cómo olvidarlo- repuso ella entre risas al recordar sus primeras Navidades con la presencia del moreno en la casa.- Una maravillosa primera impresión, por cierto. Niños, sentaos a comer, se va a enfriar el asado y no le podréis decir a Goly lo mucho que os ha gustado. Lo ha hecho especialmente para vosotros...

Los niños asintieron y se sentaron en la comisa, bromeando con sus primos y tíos con tanta normalidad que ese evento pronto quedó olvidado a tal punto que la copa vacía había quedado en el olvido, mientras que Hermione se dedicaba a beber agua como acompañamiento. Cuando sirvieron la tarta y fue el momento de soplar las velas, Astoria y Neville comenzaron a sacar fotografías; una de los niños soplando las velas junto a sus padres, una con la abuela Andrómeda, otra de todos los primos juntos, otra de todos los tíos, una de todos juntos, y una segunda de grupo porque George había comenzado a hacer caras divertidas. Mientras todos comían el pastel y los niños pedían abrir sus regalos, también tomaron fotografías completamente robadas, estaban tan inmersos en su tarea que por poco se olvidan de su tarta, y por eso, cuando Harry sugirió un brindis, aún estaban pinchando un pedazo.

— ¡No!- gritó Scorpius, haciéndoles saltar en su asiento y tirar el pedazo.

— ¡Oh! ¡Lo siento mucho Astoria!- exclamó apenado al ver la mancha que había provocado en el precioso vestido lila de su amiga.

— ¡No podéis brindar!- continuó Scorpius, para mirar acusatoriamente a su madre.- ¡No puedes hacerlo mamá!

— Scorp, ¿por qué dices eso?

— Papá nos dijo que no podías beber vino, ni nada que tenga alcohol- Contestó Antares mientras que, junto a su mellizo, ignoraban la pregunta de su abuela.

— ¿Qué? Es verdad- se justificó Draco cruzándose de brazos, como si ese gesto le protegiera del enfado que parecía tener su mujer. No aguanto mucho con el semblante serio, pues muy pronto sonrió ladinamente.- Además, pensé que sería divertido que se enteraran todos de esta forma.

— ¿Enterarnos de qué tío?- el silencio se hizo, de manera que James miró a sus primos pequeños, que se miraban entre sí como si aquello fuera lo más divertido del mundo.- Chicos, ¿qué pasa?

— ¡Vamos a tener un hermanito!

Colección DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora