XXXI

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- ¿Vamos a la ciudad la semana que viene? Preguntó Camila, tomando asiento al lado de Lauren, quien estaba acostada en su cama.

-- ¿Para que? Preguntó Lauren.

- Necesitamos comprarte algo de ropa. Soy más pequeña que tú y todo te aprieta. Sin mencionar que necesitas probarte pantalones y shorts.

-- No tengo dinero. Lauren dijo mientras se acariciaba el estómago. Había terminado de comer y estaba más que satisfecha.

- No pregunté eso. Camila dijo y Lauren negó con la cabeza.

- No quiero abusar de ti. Ya me quedo aquí como un favor.

- No es un favor, aquí me ayudas con las cosas, siempre cocinas para mí y aun así me donas sangre y esperma. Camila dijo y Lauren la miró con duda. -- Por favor...

- Solo porque es imposible decirte que no con esa carita. Lauren dijo y Camila sonrió.

- Te ves tan hermosa hoy. Camila dijo con un suspiro. - Quiero decir, ahora estás coloradita. No tan pálida como hace unos días.

- No me has sacado sangre estos días. Lauren dijo y Camila bajó los ojos a la mano de la otra, que estaba jugando con la cintilla de su ropa interior.

- Los pantalones cortos que te quedan se secarán pronto y ya no necesitarás estar en ropa interior. Advirtió Camila.

- No me importa estar en ropa interior. Hace mucho calor.

- Pero a mi si me importa. Camila dijo y comenzó a levantarse, pero la mano de Lauren tomó su brazo.

-- ¿Por qué? Lauren preguntó y Camila contuvo la respiración.

- Porque me avergüenza - confesó Camila. - Es inevitable mirar. No estoy acostumbrado a los penes en el mundo. Camila dijo y Lauren asintió.

-- Cierto. Lauren dijo sentándose y sosteniendo la mano de Camila antes de darle un beso en la espalda. - Me quedaré aquí debajo de la sábana para que no te avergüences, ¿de acuerdo? Camila la miró y asintió con la cabeza, mirándola.

- ¿Todavía tienes la intención de permanecer virgen para siempre? Camila no pudo resistirse a preguntar. Esa pregunta había estado en su mente durante días. - No te involucras con nadie ...

- Me involucraría contigo. Lauren fue sincera, viendo a Camila luciendo sorprendida. - Pero aparentemente ya no me quieres, así que ...

-- ¿Por qué cree eso? Preguntó Camila.

- Tengo pene. Lauren dijo como si ese argumento fuera más que suficiente.

- Y yo una vagina. Necesito un argumento válido. - dijo Camila. - Tú eres quien se escapó de mí.

"Me escapé porque no podía decirte que tenía un pene". Besarme de la forma en que me besaste sería suficiente para despertarlo, incluso si estuviera en coma. Camila se rió, pero el golpe en la puerta la hizo alejarse.

-- ¿Hablamos luego?

- No tengo la intención de ir a ningún lado. Lauren dijo señalando la ropa que estaba usando y Camila asintió, dirigiéndose hacia la puerta.

The Last Dick - Traducción (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora