The Last Dick - Traducción (Camren)

XLVII

Lauren estaba desnuda en el baño esa mañana, secándose felizmente por dos razones: primero porque se había dado una ducha larga y relajante después de recibir otro oral delirante de su novia y segundo porque estaba saliendo con Camila. Enamorarse. Camila.

Nunca imaginó salir con nadie, pero lo que más le llamó la atención fue que Camila había querido tener algo con ella, con ella: la intersexual sin hogar, medio jodida.

Recordó la noche anterior y los intercambios de cálidas caricias que tuvieron, también recordó que luego de tomar una ducha, por separado, se pasaban horas conversando, sin un tema fijo, solo conociendo los gustos del otro entre intercambios de besos sin malicia.

- Acaba con eso, pequeño. Está frío. Lauren se quejó con su polla cuando, después de empezar a orinar, parecía no tener fin.

Suspiró y dio el famoso sacudido, tirando de la cadena del inodoro antes de bajar la tapa del inodoro. Después de hacer eso, caminó hacia el fregadero y abrió el agua caliente, metiendo su polla debajo. ¿Camila decidiría dar una mamada más? Lo dudaba, pero por si acaso lo lavé, el sabor de la orina no parecía apetecible.

Después de limpiarse la polla, tomó su ropa interior y la sostuvo frente a su rostro, analizando la prenda que vestía antes de ver a Camila. Además de estar descolorido, había un agujero en su trasero

- ¿Cómo llegó este agujero ahí ? Preguntó Lauren, colgando su toalla y estudiando la tela de su ropa interior.

Ese agujero no podría haberse formado de la noche a la mañana. Parecía un cráter.

- Mis pedos no son lo suficientemente poderosos como para causar esto. Lauren dijo pensativamente, poniendo dos dedos en el agujero para ver qué tan grande era en realidad.

Lauren agarró su sostén y se lo puso, peinándose, y de repente se le ocurrió una idea.

Tomó uno de los muchos lápices labiales de Camila y le quitó la tapa, comenzando a hacer garabatos en el espejo.

Pienso en ti incluso en el baño, y esta vez no lo digo de forma sucia.

Lauren.

Ella sonrió al ver su pequeño garabato en el espejo antes de mirar su vieja ropa interior y recogerla.

¿Podría haber algún roedor ladrón de ropa interior? No, era imposible. Su ropa interior no olía a queso, pensó.

Esa ropa interior se desperdiciaría, dedujo, abriendo la puerta del baño y saliendo.

"Camz, esa ropa interior era ..." Lauren se apagó cuando vio cinco pares de ojos mirándola, incluida Camila, que la miraba fijamente, paralizada por el miedo.

Su corazón se aceleró cuando vio cada par de ojos mirando fijamente su polla completamente desnuda. Al menos no había armado la carpa, pensó en su desesperación interior.

Ella tragó saliva y usó su mano y la tela de su ropa interior rota para cubrir su polla, pero su polla entró directamente por el agujero, haciéndola cerrar los ojos, tal era su vergüenza.

Era demasiado tarde, se había descubierto.