Izuku se mantenía atento a su cliente. Shoto estaba a apenas unos metros de él, agarrando a su hija con una mano mientras la veía jugar saltando sobre unos azulejos de diferentes colores que adornaban el paseo marítimo del ferry. Bakugo ya debía estar arreglando todo con el capitán del barco para que le permitiera entrar las armas con la excusa de ser policía y para ello, Bakugo había hecho ir a sus antiguos compañeros para que cerciorasen su historia.
Desde donde Izuku estaba, podía vigilar al cliente y, a la vez, observar a Bakugo volver con un compañero rubio y de cuerpo robusto. Por la indumentaria que llevaba, se notaba que era del cuerpo de élite de la policía. Sonreía y al llegar al final de la pasarela del ferry, ambos se hicieron una reverencia a modo de despedida mientras el policía sonreía antes de regresar al coche donde le esperaba su compañero.
Izuku esperó en silencio. Conocía a parte de los compañeros de Bakugo de antes de marcharse a Afganistán. Sabía que ese compañero rubio con el que había hablado era, ni más ni menos, que su líder de escuadrón: Mirio Togata.
Mirio se giró tan sólo unos segundos y elevó la mano a modo de saludo hacia Izuku sabiendo que no podía acercarse a saludar debido a su trabajo de mantener vigilado a Shoto. Izuku elevó la mano también y sonrió para indicarle que le había visto. Luego, esperó a que Bakugo regresase hasta donde él estaba.
— ¿Tenemos acceso? – preguntó Izuku.
— Sí. Mirio le ha comentado que estamos de servicio y escoltamos a un cliente importante. El capitán ha sido muy comprensivo, nos ha dicho que podemos permanecer en la zona norte donde hay menos tránsito de personas. Sabe que vamos armados así que nos ha hecho prometerle la mayor discreción posible.
— ¿Te ha comentado algo sobre los atentados de ayer?
— Me ha marcado en el mapa los que ellos atendieron y conocen. Podemos echarle un vistazo en el ferry. Ve a por Todoroki, hay que largarnos de aquí cuanto antes. Por lo que sé, esos atentados han estado muy cerca de la residencia de Todoroki y uno de ellos ocurrió en la mansión de su padre. Es muy posible que él sea un objetivo.
— Niijima es un lugar seguro. Nadie le buscará allí y lo sabes.
— Sí. Es como una cárcel.
Una sonrisa escapó de los labios de Izuku. Lo que para Bakugo siempre fue una prisión, para él había sido un lugar tranquilo que, en parte, añoraba. Desde que salió de allí para ir a vivir con su padre a la capital siguiendo a Bakugo, su único deseo había sido ganar dinero y poder regresar a casa. No estaba mal en la capital pero... tras Afganistán y todo lo que vio allí, prefería volver a un lugar tranquilo donde no ocurrieran grandes cosas.
— Yo sí echo de menos Niijima – susurró Izuku sincerándose con su amigo. Por la sonrisa melancólica que puso, Bakugo se dio cuenta de algo mucho más importante: Izuku siempre había estado allí para él, mudándose incluso a la capital con él por no dejarle solo.
— Nunca te pregunté por tu relación con tu padre tras el divorcio. Sé que viniste a Tokio por no dejarme solo y eso, pero...
— La relación con mi padre no es buena – susurró Izuku – nunca lo ha sido realmente, pero... tampoco es que le viese demasiado. Él vivía para su trabajo, desde que era pequeño, recuerdo a mi madre arroparme, prepararme la comida, los almuerzos para el colegio, llevar la panadería del pueblo y por las noches... cuando mi padre regresaba, le escuchaba quejarse por tener que ir todos los días a la ciudad con el ferry y volver. Estaba claro que, al final, se divorciarían.
— Supongo que te arrastré conmigo a esa casa con tu padre.
— Yo decidí ir. Además, ese instituto era mucho mejor que el de la isla – sonrió Izuku – y gané dinero en la capital. Tampoco estaba mal, apenas veía a mi padre. Viajaba mucho por su trabajo y cuando estaba en la ciudad llegaba tarde, tanto... que yo ya estaba dormido porque madrugaba para ir al instituto. Así que nuestra relación simplemente... no existía.
ESTÁS LEYENDO
Yakuza (Boku no hero: Shoto-Bakugo)
FanfictionBakugo ha sido contratado como guardaespaldas de una de las familias que profesaron fidelidad absoluta a los Yakuza. Su trabajo, proteger a toda costa al hijo pequeño, el que durante el instituto, fue su novio y del que nunca conoció su origen. Arti...