Recostada en la cama, se untaba las manos con la crema antes de irse a dormir. Su marido leía un libro a su lado. Madrugaban tanto por las mañanas para ocuparse del rancho que, además de irse temprano a dormir, su marido sólo era capaz de leer un par de páginas antes de quedarse completamente dormido.
— Sé que quieres hablar – dijo su marido con una sonrisa en su rostro pese a que seguía con la mirada fija en el libro que estaba tratando de leer. Conocía a su esposa como para saber que tardar tanto en untarse la crema de las manos era por algo muy concreto: quería su atención.
— Shoto, ¿qué te parece?
— Que es un buen chico. Algo callado y reservado pero le he visto cómo trata a su hija, apenas la pierde de vista. Es un buen padre.
— Sí, lo es. Y nuestro hijo está enamorado de él.
— ¿No decías que tenía algo con Midoriya? – preguntó.
— Eso creía desde que les pillé juntos aquella vez y aunque siempre me aseguraron los dos que sólo fue un desliz, creí que sólo estaban tratando de ocultarlo.
— ¿Y ahora has cambiado de opinión? ¿Por qué?
— No lo sé, llámalo intuición de madre, pero esas miradas que tiene hacia Shoto me hacen pensar que le gusta de verdad, siempre está muy pendiente de él, casi como si quisiera protegerlo de todo.
— Es su cliente, debe protegerlo de todo.
— Demasiado exagerado – dijo su madre con una sonrisa, lo cual hizo sonreír a su esposo también – conoces a Katsuki tan bien como yo, lo hemos criado. Sabes que no es nada romántico, ni le gusta hablar de sentimientos, pero has tenido que verle cuando trata con Shoto.
— Bueno, es algo más amable con él, eso es cierto, pero creía que era simplemente por trabajo, era su cliente.
— ¿Y la niña? Venga, Katsuki detesta los niños pero no rechista ni un poquito con la hija de Shoto. Te digo yo que está enamorado de él.
— Si tú lo dices, te creo. Siempre has tenido más instinto que yo para estas cosas. Aunque es gracioso eso de ver a nuestro hijo finalmente algo más paternalista. Nunca imaginé que llegase ese día.
***
¡Asombrado! Así era como estaba Shoto. Con una gran sonrisa en su rostro y mirando desde el marco de la puerta a su hija completamente dormida acurrucada contra el pecho de Bakugo, que seguía recostado en la cama de la pequeña leyéndole ese libro sin darse cuenta de que ella ya no escuchaba.
Al escuchar ese leve sonido de la mueca de la sonrisa de Shoto y sentirse observado, Bakugo elevó la mirada del libro para observar al chico al que tanto amó y con el que siempre deseó tener un futuro y una vida.
— ¿Qué ocurre? – preguntó Bakugo al ver a Shoto sonreír apoyado contra el marco de la puerta.
— Se te ha dormido hace un rato.
— ¡Oh! Eso... – miró Katsuki esta vez a la niña para asegurarse. Estaba completamente dormida –. ¿Quieres un hueco a nuestro lado?
Shoto le observó en silencio y entonces, sonrió. ¿Cuántas veces soñó con algo así? Ellos nunca hablaron de un futuro juntos, al menos no de niños, ni cosas así pese a que a él siempre le gustó la idea de haber formado una familia a su lado. Ahora que lo veía con su hija y cómo era, se daba cuenta de que, en realidad, Bakugo habría sido un padre estupendo de haber llegado el caso. Al ver que Bakugo se movía ligeramente para dejarle un hueco a su lado y dejaba el libro cerrado encima de la mesilla, Shoto caminó hacia la cama y, al ver cómo Bakugo había estirado el brazo como pidiéndole que se acurrucase junto a él, Shoto simplemente lo hizo. Se tumbó a su lado y apoyó la cabeza entre su hombro y su pecho escuchando los latidos del corazón de Katsuki acelerar ligeramente.
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Yakuza (Boku no hero: Shoto-Bakugo)
FanfictionBakugo ha sido contratado como guardaespaldas de una de las familias que profesaron fidelidad absoluta a los Yakuza. Su trabajo, proteger a toda costa al hijo pequeño, el que durante el instituto, fue su novio y del que nunca conoció su origen. Arti...