El aroma a desayuno recién hecho abundaba en la casa, la semana apenas comenzaba y al parecer estaba todo tranquilo, quizás demasiado.
S.- ¡Gustabo Garcia, es la última vez que te digo que bajes!. A la próxima subo y te bajo a la fuerza niño-. Oyó los gritos tan amables de su madre desde la cocina, hoy era el primer día de clases luego de sus largas vacaciones, y sinceramente lo último que quería hacer era estar en el mismo lugar que los idiotas de sus compañeros.
G.- ¡Que ya voy mamá! Joder que pesada-. Lo último lo dijo entre murmuros para que ella no oiga, sin embargo casi le da un infarto cuando escucho la risa de su padre, Aiden.
A.- Saraaa, a que no sabes lo que dijo Gus-. Bajaron corriendo los dos, el rubio intentando callar a su padre y el contrario queriendo joder a su hijo.
Ambos llegaron a la vez a la cocina y se quedaron embobados al ver la delicia que había preparado Sara, definitivamente sus estómagos rugían con ansias de probar eso. Incluso su riña anterior fue totalmente olvidada y opacada por aquel rico aroma.
S.- Lávense las manos y vengan a comer guapos, no querrás llegar tarde al instituto en tu primer día de clases bebé-. Les dio a los dos un beso y se sentó a comer con parsimonia.
El desayuno paso con calma, como siempre entre risas amenas y bromas con sus padres. Siempre agradeció la familia que le tocó, sus padres jamás lo trataron mal y siempre lo apoyaron en todo lo que el soñó o quiso.
A.- Venga, que al final se nos hace tarde. Adiós cariño-. Los tres salieron de casa para dirigirse a sus lugares destinados, hoy le tocaba a Aiden llevar a Gustabo a clases así que estos salieron juntos dirigiéndose rápidamente al deportivo rojo.
Garcia caminaba perezosamente por los pasillos del colegio en busca de su salón, podría ser su primer día de clases pero se conocía el colegio como la palma de su mano. Llevaba 5 minutos vagando y aún no encontraba su destino, así que irritado se dirigió hacia dirección.
G.- ¿Hola? Joder que institución de mierda, aquí no trabaja ni dios-. Efectivamente, no había nadie ahí o eso creía hasta que casi le da un infarto.
"Más respeto alumno, no querrá que llamemos a sus padres en el primer día de clases." Fue lo que escucho a sus espaldas, una voz que podría jurar era del mismísimo Dios. Al voltearse confirmó lo que pensaba; frente a él había un hombre alto y fuertemente musculoso, su cabello negro como la noche y la mirada más penetrante que había visto jamás. Ni su madre aterraba tanto como él.
J.- ¿Oiga está bien? Le estoy hablando-. Ese comentario lo saco de su burbuja de ensoñación.
G.- Si, si, perdón. Eh, quería saber donde estaba el salón de primero de bachiller-. Dijo rápido, si su padre se enteraba que ya iba como 15 minutos tarde lo mataba.
J.- Segunda piso, al fondo, puerta azul. Esta vez le dejo pasar la tardanza pero la próxima lo sancionó-. Hablo serio pero comprensible.
Gustabo estaba que se derretía ahí mismo. Pero no podemos culparlo, es un simple adolescente hormonal.
G.- Gracias señor, adiós-. Corrió sin mirar atrás, lo último que faltaba era que su profesor lo odie en el primer día por llegar con tanta tardanza.
Tal como indico aquel hombre sus compañeros estaban ahí, sentía como todos lo miraban y supuso que era por llegar todo rojo de tanto correr. Se sentía incómodo.
H.- ¡Gusnabooo! Tío que tardon-. Si antes lo miraban, ahora lo hacian el doble luego del grito que soltó su amigo. Así que simplemente río y le pego un puñetazo en el hombro a modo de saludo.
G.- No grites perraco, nos haces llamar la atención-. Reprocho con gracia.
H.- Siempre llamamos la atención sin importar el qué-. Hizo la típica pose de diva para luego carcajearse juntos, definitivamente extrañaba a su mejor amigo.
P.- ¿Garcia, aparte de llegar tarde me va a alborotar la clase? Se calman o salen del salón-. Grito su profesor de química. El rubio simplemente chisto y asintió a modo de disculpa.
Durante toda la clase no presto nada de atención, su mente divagaba entre la nueva película de Venom y el hombre sexy que conoció ese mismo día. Tan distrido estaba que no oyó el timbre del receso ni la voz de su amigo, hasta que este mismo lo golpeó.
G.- ¡Qué coño haces joputa!-. Sobaba su brazo con desespero, era amante del dramatismo.
H.- Que drama king eres perla, ¿En que tanto piensas eh, acaso es en tu novio?-.
G.- Ya te he dicho que Yun no es mi novio, solo somos amigos. Tú sabes que me parece muy inmaduro-. Pronunció mientras guardaba sus cosas para salir a divagar por ahí.
H.- Ay Gustabo, no es inmaduro, tú y yo sabemos que el real problema es que te gustan los viejos como Armando.
El rubio solo río y nego con la cabeza aunque sabía que era verdad, adoraba sentirse el menor en la relación, ser consentido.
Armando es su ex novio y tiene 25 años, su relación empezó cuando Gustabo cumplió los 16, no obstante, esta terminó cuando sus padres se enteraron.G.- El vino viejo es el más delicioso Horacio-. Dijo guiñando un ojo
H.- Claro, por suerte también es sumante legal eh-. Contraataco con sarcasmo.
G.- El que tenga miedo a morir que no nazca perro.
Su primer día de clases fue mejor de lo que esperaba, ya que sus profesores no los hicieron hacer nada más que presentarse, los gilipollas de sus compañeros dejaron de ser tan idiotas y lo mejor de todo fue conocer a ese hombre apuesto. Su próximo objetivo sería conocer la identidad de ese profesor; saber su nombre, si está casado, quizás si tiene hijos y todo lo que le interese acerca de su vida.
Y si había algo claro es que cuando Gustabo se ponía un objetivo no paraba hasta conseguirlo.
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Volkway viejos sabrosos y sugars de mi niño Gus? Exactamente.
Voy a intentar actualizar seguido pero no prometo nada ya saben. <3
Tkm y no olviden hidratarse bien.
~Agus
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Our Secret - Volkaboway
FanfictionJugar con fuego es peligroso. Pero, él es el jodido Gustabo Garcia, el fuego quedaba pequeño a su lado. La partida comenzó cuando conoció a esos profesores, jodidamente hermosos, y no parara hasta conseguir su objetivo sin importar lo incorrecto de...