Jugar con fuego es peligroso. Pero, él es el jodido Gustabo Garcia, el fuego quedaba pequeño a su lado.
La partida comenzó cuando conoció a esos profesores, jodidamente hermosos, y no parara hasta conseguir su objetivo sin importar lo incorrecto de...
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Los días pasaron y todo parecía ir normal... si normal podemos llamar ignorar a Gustabo.
Cuando sucedió todo aquello en la cafeteria él inocentemente creyó que quizás empezarían a tener más citas, charlar más y no sé, actuar como novios. Pero nada de eso pasó, de hecho parecía que todo había empezado de cero. No le escribían y cuando le hablaban en el instituto era solo académicamente cosas de clase.
Estaba harto y no se podía desahogar con nadie, pues le dejaron claro que nadie debía enterarse de lo que sucedía y él acepto sin objetar.
No quería acudir a mandar fotos provocativas para llamar la atención de los mayores, aunque ahora lo consideraba como una opción viable.
Justo cuando pensaba en aquello apareció su nueva salvación: Yun Kalahari.
Quizás si coqueteaba con él frente a sus profesores lograría su objetivo.
G.- ¡Hey, Hola Yun!, ¿qué haces aquí? Pensé que tenías clase de música ahora-. Habló radiante, estaban en cafeteria, a lo lejos podía ver a Conway y Volkov charlando.
Y.- Hola lubio, te estaba buscando pala pedilte ayuda en clases de matemáticas. Ya sabes, tú eres bueno en eso-. El asiático estaba confundido ante el cambio de actitud que tenía el chico que le gustaba. Antes parecía esquivar tenerlo cerca y ahora sentía que él acortaba la distancia
G.- Oh claro que si chino, podría ir a tu casa... o tú a la mía-. Su tono era sugerente y con mirada pícara.
Lo que no notaba Kalahari era que esos traviesos ojos no solo lo miraban a él, si no que estaban más concentrados en buscar la reacción de quienes estaban a sus espaldas.
Y.- Vale, mándame un mensaje cuando no estén tus padles en casa y voy-. Le guiño un ojo y siguió su camino.
El menor solo mordió su labio y salió rumbo a su próxima clase. Estaba levemente decepcionado ya que no vio las reacciones que quería, realmente pareciera como si no existiera...
[...]
Viktor y Jack observaban a lo lejos como ese alumno asiático charlaba con su rubio, aparentaban estar totalmente a su bola, cuando en verdad no era así.
V.- Jack, ese alumno claramente tiene otras intenciones que solo ser amigos con él-. Mascullo entre dientes.
J.- Ya lo sé, el otro día lo oí hablando con sus amigos y les pedía consejos para llamar su atención. Capullo-. Le dio un sorbo a su café y siguió a lo suyo sin observar la escena, o eso hacía hasta que escucho como el menor lo invitaba a su hogar.
V.- Ya estuvo bueno de ignorarlo, ¿no crees?. Al fin y al cabo sigue siendo un adolescente hormonal...
J.- Sí, había que alejarlo un poco para que sus amiguitas dejen de sospechar cosas raras pero ese capullo ya anda coqueteando con cualquiera-. El fastidió era claro en sus voces, en un principio querían seguir normal con el rubio pero al ver la forma en la que su grupo de amigos los miraban prefirieron alejarlo hasta que todo se calme...
