Jugar con fuego es peligroso. Pero, él es el jodido Gustabo Garcia, el fuego quedaba pequeño a su lado.
La partida comenzó cuando conoció a esos profesores, jodidamente hermosos, y no parara hasta conseguir su objetivo sin importar lo incorrecto de...
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Realmente no sabía bien cómo contarle su experiencia a Segismundo, si bien eran mejores amigos desde siempre, el único que conocía esa historia a la perfección era Horacio.
G.- Bueno, todo comenzó cuando Horacio empezó su relación con Trujillo, en ese entonces sus padres no sabían de eso y para poder quedar a solas con él les decíamos que íbamos a pasear o al cine entre nosotros-. El relato comenzó y el de cresta parecía sumamente sumido en sus pensamientos, en su mente estaba todo tan fresco como si hubiera pasado todo ayer.
- Un día Horacio me dijo que invitarian a otra persona más, así yo no me sentía dejado de lado, y lo agradecí profundamente ya que no era cómodo verlos comerse el morro y yo mirando las plantas -comentó con gracia intentando aligerar el ambiente- Bueno, esa tarde conocí a Armando, el mejor amigo de Trujillo, nos llevamos de putisima madre y para que mentirles había una química fuerte entre nosotros. El problema es que en ese entonces yo tenia unos 15 años y él ya tenia 23 quizás, aunque pareció no importarle ya que me beso.
Gustabo suspiro lentamente, recordar el inicio de algo siempre duele y más aún cuando ya conoces el final.
- Las salidas a solas con Armando empezaron a escondidas de todos, éramos solo él y yo disfrutando de cualquier pequeñez. Nunca antes había experimentado lo que se sentía ser protegido de esa forma, con él sentía que nada podría hacerme daño y al poco tiempo caí enamorado de él. Yo sentía a la perfección que todo era mutuo. - a medida que avanzaba la narración se hacia más pequeño en su lugar-
- Después de tres meses de citas y encuentros me pidió que seamos novios el día que cumpli 15 años, a lo que yo acepte super feliz. Igualmente, en el fondo sabía que íbamos a seguir escondidos ya que a él le daba miedo que mis padres tomarán acciones legales ante la situación. -
En este punto ya estaban los cuatro concentrados en el relato mientras bebían chocolate caliente, por ahora parecía una historia linda.
- Todo se fue a tomar por culo bastante rápido si os soy sincero. Cuándo comenzamos a ser novios, Armando se volvió muy celoso y posesivo. Siempre que iba a mecánicos para visitarlo terminaba mal, ya que según él quería ir a llamar la atención de los demás... cuando veía que sus gritos me asustaban me abrazaba y pedía perdón. -sus músculos se estremecieron al recordar aquello-
- Al cabo de un tiempo ya no solo eran gritos, a veces me agarraba de los brazos o muñecas y me sacudía o empujaba. Prácticamente no me dejaba ver a nadie, solo se sentía cómodo cuando le decía que saldría con Horacio, pues sabía que el tenía novio.-
El rubio inconscientemente empezó a acurrucarse contra la manta que lo cubría, como si estuviera buscando protección.
- Yo nunca le tome mucha importancia a sus actitudes, me gustaba como me consentía y protegía. Cuando Armando me presumía ante sus amigos yo me sentía bien, recien ahora me doy cuenta que simplemente me exponía como su trofeo...
