Seventeen

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No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado, pero suponía que mucho pues por la ventana ya no entraba ese acogedor sol, si no que se dejaba ver un atardecer bello

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No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado, pero suponía que mucho pues por la ventana ya no entraba ese acogedor sol, si no que se dejaba ver un atardecer bello.

No quería ni moverse, sentir ese agradable calor que transmitían sus parejas lo reconfortaba.

Luego de unos minutos se removió y notó que estaba casi totalmente desnudo, lo único que cubría su cuerpo era aquel bóxer bordo... ahora que lo pensaba, ¿cómo es qué siquiera lo tenía puesto? ¿ellos lo habían limpiado y vestido?.

Su sonrisa fue inevitable de contener y busco más contacto contra ellos.

J.- Veo que ya despertaste, bebé. ¿Qué tal te sientes?-. Preguntó con la voz levemente ronca y sin abrir sus ojos.

Gustabo quedo embobado con la gravedad que fue pronunciada esa oración y simplemente asintió para luego dejar un corto beso en su mejilla.

G.- Estoy de puta madre, solo me duele un poco... ahí-. Susurró ronco.

Viktor fue el siguiente en despertar, jamás fue de tener el sueño pesado.

V.- Ve cómo le dejaste la garganta, animal. Apenas si puede hablar-. Soltó de repente y acaricio la cintura del menor.

Jack río y beso la frente del rubio, sabía que no hubo maldad en sus actos y que su voz esté así sería cosa de un rato.

J.- Iré a preparar té de miel para él, ¿quieres café Vik?-. Preguntó cordial.

Todo parecía tan cotidiano, como si vivieran juntos hace mil años... como si Gustabo no tuviera padres que lo esperan en casa.

V.- Sí por favor, ya es tarde y muero de hambre-. Rogó infantil mientras abrazaba con fuerza al rubio.

G.- ¿Qué hora es?-. Cuestionó entre risas mientras se dejaba apresar por esos pálidos y fuertes brazos.

J.- Mmh son las siete de la tarde, aún es temprano. Comamos algo y luego te llevamos a casa, ¿quieres?.

Obviamente que no se negaría, si por él fuera se quedaría por siempre con ellos. Su última preocupación era contestarle las mil llamadas que recibía de Aiden o Sara.

No era tonto, o quizás si, pero antes de empezar toda la acción se encargo de apagar su móvil para ser incomunicable.

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