Three

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Llevaba un rato despierto, cambiándose con tranquilidad, hasta que decidió cepillarse los dientes y fue ahí cuándo vio su rostro lleno de golpes

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Llevaba un rato despierto, cambiándose con tranquilidad, hasta que decidió cepillarse los dientes y fue ahí cuándo vio su rostro lleno de golpes. Él no era de los que le importaba el físico pero si se podría decir que es algo coqueto y el ver su preciada cara en tal estado lo desánimo bastante. No quería que lo estén mirando más de lo que ya lo hacían.

Se quedó unos minutos callado simplemente mirándose en el espejo y pensando que quizás lo mejor era no asistir al instituto. Sin embargo, se le ocurrió una mejor idea: hablar con su padre.

Así que eso hizo, corrió hacía la habitación de este mismo y salto a la gran cama matrimonial para enterrar su rostro en la almohada con desesperación.

A.- Hey buenos días campeón, ¿cómo estás?-. Aiden seguía medio adormilado en la cama, aunque igualmente le prestaba toda la atención a su hijo.

G.- Mal, horrible, nefasto. Mi cara está... terrible-. Se lamentaba con dramatismo dándole un toque de gracia a la situación apesar de que si se sentía mal.

A.- ¿Tú cara? ¿Qué tiene, acaso descubriste que eres adoptado?-. Se estaba carcajeando hasta que sintió un golpe seco en el estómago que lo dejó sin aire.

G.- Seguro soy hijo del vecino, es más guapo que tú-. Frunció el ceño antes de volver a su posición anterior.

Su padre río suavemente y observo detenidamente a su hijo comprendiendo a lo que se refería, había olvidado el suceso de ayer.

A.- ¿Te refieres a los golpes? Haber empezado por ahí hombre, ve con tu madre y pídele que te los tape con maquillaje, es una artista con eso. Si supieras la cantidad de culatazos en la frente que me maquilla estarías asombrado-. Palmeo la espalda de su hijo para ver como este ponía la misma expresión de asombro que cuando era pequeño.

No tardo ni un minuto en salir disparado al salón en busca de su madre y efectivamente ahí la encontró, cómodamente con un café en mano mientras disfrutaba la televisión.

G.- Mamá, mamá, dice papá que tú me puedes borrar estas mierdas del rostro, ¿es verdad?-.

S.- Vocabulario Gustabo. Y si, claro que puedo mi niño, ve al baño y tráeme mi estuche de maquillaje-. Corrigió amable.

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