Eigtheen

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Como siempre, se quedaron embobados viendo como Gustabo se iba de ahí "corriendo" si así se le podía decir

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Como siempre, se quedaron embobados viendo como Gustabo se iba de ahí "corriendo" si así se le podía decir.

V.- Parece un venado recién nacido intentando correr-. Dijo con un deje de ternura y gracia.

Jack río y arranco el motor para tomar rumbo nuevamente a casa.

J.- No tenía idea que era hijo de comisarios, no me puedo quitar el mal cuerpo desde que lo dijo-. Suspiró mientras se recostaba un poco más en el asiento.

V.- Y hay malas noticias... asuntos internos nos solicita para trabajar en la comisaria. ¿Recuerdas al alumno Brown? Al parecer desapareció y su padre es policía, pidió a los mejores agentes buscando información de su paradero-. Comentó agobiado.

J.- Qué coño dices ruso. Nosotros somos militares, no policías... aparte, le dejamos claro a Michelle que no volveríamos a las andadas, estamos bien como profesores.

El ambiente dentro del coche era notablemente incómodo, ambos sentían la misma presión en el pecho.

V.- Jack tú sabes perfectamente que no somos solo militares, trabajamos mano a mano en más de un operativo policial-. Hizo silencio y volvió a centrarse.- Eso no importa, quieren hacernos parte porque podemos investigar dentro del instituto, no sólo a los alumnos sino que también a la administración.

El estadounidense simplemente bufo mientras rodaba los ojos.

Nesecitaban fumar 50 cajas de cigarrillos y ahogarse en alcohol, no querían trabajar en comisaria y menos luego de enterarse que sus... ¿suegros? Son parte de ella.

Gustabo despertó con un dolor de cabeza infernal y ni hablar de sus ojos, hinchados como sapos y rojos como la sangre

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Gustabo despertó con un dolor de cabeza infernal y ni hablar de sus ojos, hinchados como sapos y rojos como la sangre.

Agradecía enormemente que su habitación tuviera su propio baño, de lo contrario no se levantaría ni a lavar su cara.

Tenía genuino miedo de salir de aquellas cuatro paredes que llamaba habitación. ¿Y si sus padres seguían enojados? ¿Qué tal si ya se enteraron de que sale con sus profesores?

Se armó de valor y salió de su escondite, no podría estar ahí por siempre... tenía hambre.

Y por primera vez sintió lo que era culpa en su máxima expresión. Hoy no lo esperaba un rico desayuno en la mesa, o su madre limpiando como loca mientras escucha música, ni siquiera su padre quemando unos simples huevos revueltos.

Our Secret - Volkaboway Donde viven las historias. Descúbrelo ahora