Jugar con fuego es peligroso. Pero, él es el jodido Gustabo Garcia, el fuego quedaba pequeño a su lado.
La partida comenzó cuando conoció a esos profesores, jodidamente hermosos, y no parara hasta conseguir su objetivo sin importar lo incorrecto de...
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Sus pasos son erráticos y lentos, era un trayecto relativamente corto pero lo suficientemente largo para permitirle pensar en todas sus posibles cagadas.
¿Qué hacía su padre ahí? ¿Acaso se entero de lo suyo con Jack y Viktor? No, estaba casi cien por ciento seguro que eso no era.
Tocó la puerta casi buscando no ser oído, tener una excusa y huir de ahí no era mala idea. Para su mala suerte, obviamente lo escucharon y soltaron un "adelante" desde dentro.
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Conway y Volkov estaban en una situación totalmente diferente, lejos de estar preocupados o algo por el estilo, estaban plenamente tranquilos e incluso teniendo un momento íntimo.
Besarse entre ellos no era algo extraño, menos desde que empezaron una relación con Gustabo, y siempre era algo que disfrutaban.
V.- Ahg, hijo puta no me muerdas-. Se quejó entre suspiros.
Jack soltó una risa profunda mientras dejaba un último y corto beso en su cuello.
Para Volkov era extraño su comportamiento. Si bien siempre fue así con él, se volvió mucho más suave desde que todo comenzó.
V.- Jack... ¿te puedo preguntar algo?-. Inquirió lento, como teniendo miedo de una mala respuesta.
J.- Claro, dime-. Respondió sin más.
V.- ¿Mmh, no sientes que te volviste muy cariñoso conmigo y algo rudo con Gus? O sea, no es un reclamo o algo por el estilo, simplemente se me hizo curioso-. Aclaró rápido.
El pelinegro enmudeció y se alejo totalmente del contrario, claro que se daba cuenta pero jamás imagino que alguno se lo echaría en cara.
J.- Simplemente tengo miedo-. Incluso para su sorpresa, se sinceró.- Tengo miedo de enamorarme de Gustabo... tú sabes que es un niño, todo esto está mal y en cualquier momento todo se puede derrumbar-. Suspiró pesado.
Volkov escuchaba todo atentamente, era muy rara la vez que lograba oír a su amigo tan abierto sentimentalmente.
J.- No quiero pasar el dolor de una ruptura de nuevo. Contigo se que podría estar años, salir de citas, incluso podrías conocer a mi familia y nada malo ocurriría. Pero con él no es así, debemos mantenerlo oculto por nuestro bien y el suyo-. En su voz era claro el sentimiento de incertidumbre, pues si bien en un principio solo lo quería para follar ahora mismo se encontró con la realidad de que realmente fue fácil agarrarle cariño a ese carismático rubio.
