Jugar con fuego es peligroso. Pero, él es el jodido Gustabo Garcia, el fuego quedaba pequeño a su lado.
La partida comenzó cuando conoció a esos profesores, jodidamente hermosos, y no parara hasta conseguir su objetivo sin importar lo incorrecto de...
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Gustabo esperaba sentado en una banca la llegada de su ex pareja, realmente se estaba muriendo de calor y no estaba exagerando, probablemente hacían 39°.
Escucho el claxon de un auto y sonrió ampliamente, por fin su tortura había terminado.
A.- Hola muchacho, ¿estás solo?-. Comentó con gracia bajando la ventanilla de su coche.
G.- No, estoy esperando a un gilipollas, creo que lo conoces-. Río mientras entraba al vehículo y le daba un beso en la mejilla al contrario a modo de saludo.
Armando volvió a cerrar todas las ventanillas y prendió el aire para refescar al rubio, sabía cuanto odiaba sudar. Y efectivamente cuando lo hizo escucho el suspiro gustoso que soltó el contrario.
G.- Joder, que esta ciudad parece el puto infierno con el calor que hace-. Bufó.
A.- Odio el calor, ¿pero sabes que amo? Ver tu cara toda roja, te ves jodidamente bonito así-. Pronunció descarado.
Gustabo solo sonrió ante lo dicho, a veces extrañaba salir con Armando y tener sus bellas citas a la luz de la luna o ver el atardecer con el mar de fondo.
Claro que todo eso se le pasaba cuando recordaba ese día...
G.- ¿Qué querías decirme?-. Claro que prefirió hacerse el loco y cambiar de tema.
A.- Espera, quiero llegar a un lugar primero.
Entre música, risas y bromas habían pasado 20 minutos de viaje y apesar de estarse divirtiendo Gustabo no era una persona paciente.
G.- Vengaaa cuanto falta joder, que llevamos 3 horas de viaje-. Comentó con dramatismo mientras apoyaba su cabeza en la guantera.
Justo en ese momento pasaron por un bache, ocasionando que el rubio se diera un golpe algo fuerte.
G.- ¡Joder! Armando tío vete a la mierda-. Se sobaba la frente con cuidado de no correr el maquillaje de su rostro en un intento de calmar el color.
A.- Lo lamento bebé no vi el bache lo juro, y para tu información apenas han pasado 23 minutos desde que salimos del centro. En 5 minutos llegamos, y me sorprende que aún no sepas a donde me dirijo.
Cuando escucho aquello empezó a mirar curioso a su alrededor en busca de algo que le sea familiar, fallando en el intento.
G.- Solo veo la carretera a lo lejos y cómo subes un puto monte, lo recuerdo a la perfección eh-. Pronunció sarcástico
El mayor solo río y siguió el camino, tal y como dijo en 5 minutos habían llegado a una zona donde el automóvil ya no podía pasar. Bajó de este y espero a que el menor hiciera lo mismo.
G.- Sigo sin reconocer esto, creo que te confundiste de ex-. Igualmente miraba a su alrededor encantado, amaba la naturaleza.
Armando río y tomó la mano del rubio para guiarlo, comenzaron a avanzar entre las enormes plantas y de vez en cuando Gustabo se detenía a contemplar las flores.
