Jugar con fuego es peligroso. Pero, él es el jodido Gustabo Garcia, el fuego quedaba pequeño a su lado.
La partida comenzó cuando conoció a esos profesores, jodidamente hermosos, y no parara hasta conseguir su objetivo sin importar lo incorrecto de...
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Eran las 6:40 a.m cuando Horacio despertó con ganas de saltar de un punte debido a la ruidosa alarma del méxicano, despertar al canto de "Sácame la verga, Lupe" no era lo más agradable del mundo y menos si sonaba tan alto.
El pelirrojo sacudió a Emilio para lograr despertarlo y hacer que detenga el molesto sonido.
E.- Deje de joder crestita-. Iba a acurrucarse con las mantas cuándo sintio su móvil sonando. Era hora de despertar.
H.- Ya levántate, hay que prepararnos para ir al instituto. Ve a hacer el desayuno mientras yo me ducho, cuándo salga despierto a Segis y Gus-. Ordenó mientras se estiraba.
E.- ¿Por qué tengo que preparar el desayuno? Que lo hagan estos weyes-. Frunció el ceño en muestra de fastidió, tenía sueño.
H.- ¿Encerio? Vale, pues los despertamos y que ellos se encargen de incendiar la cocina como la última vez-. Estaba por hablarle a Segismundo cuando vio a Emilio bufar y por fin levantarse del colchón.
E.- Esta bién, tú ganas. No tengo ganas de llamar a los bomberos tan temprano...
Al cabo de 15 minutos un rico aroma a desayuno recién hecho se sentía por toda la casa. Horacio salía duchado y arreglado del baño mientras se secaba el cabello con una toalla, se dirigió hacia la habitación del rubio para poder despertar a los dos bellos durmientes.
H.- Arriba, arriba, ya es tarde y aún están sucios-. Segismundo fue el primero en despertar. No protesto para nada, de hecho le sonrió a su amigo y le deseo un buen día a la par que se dirigía al baño.
H.- Oh vamos, despierta guarro-. Por más que gritaba aquel rubio ni se inmutaba, cuándo Horacio comenzó a moverlo y vio que aún así su amigo no se movía se asustó.- ¡Emilio, ven rapido!.
A los pocos segundos, el latino se encontraba parado en la puerta mientras regulaba su respiración.
E.- ¿Qué pasó? ¿Segismundo se cayó en la ducha?-. Buscaba con la mirada que era lo malo y cuando el cresta le comentó el problema se fastidió.- No mames casi me da un puto infarto con tú grito y era solo esta mamada, tírale un vaso con agua helada y veras como reacciona.
Tal y como le aconsejo Emilio, le tiro aquel líquido frío haciendo que el contrario se despierte sobresaltado y dando bocanadas de aire.
G.- ¡Qué coño te pasa imbécil! Casi me matas del susto gilipollas-. Se levantó para darle un golpe al mayor pero este lo empujó contra el colchón nuevamente
H.- El que casi se muere soy yo, pensé que estabas muerto idiota. ¿Cómo puedes dormir tan profundo? Si te pisará un auto ni te enteras.
Gustabo solo rodó los ojos y busco ropa para vestirse, hacia frío y sinceramente no tenía ganas de ducharse.
Cuando estaban todos desayunando recordó la charla que tenía ayer pendiente así que desbloqueo su móvil con rapidez y tecleo.
