Jugar con fuego es peligroso. Pero, él es el jodido Gustabo Garcia, el fuego quedaba pequeño a su lado.
La partida comenzó cuando conoció a esos profesores, jodidamente hermosos, y no parara hasta conseguir su objetivo sin importar lo incorrecto de...
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La estaba cagando, era plenamente consciente de ello. Estaba por saltar de un precipicio hacia una piscina que no sabe si sigue llena...
Pero el que tenga miedo a morir que no nazca.
G.- Buenas noches señorita, me gustaría hospedarme esta noche aquí-. Pronunció sonriente.
- Claro que si joven, deme un segundo... ¿Primera vez en Marbella?-.
G.- Si, aunque espero que no sea la última.
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Llegar a la ciudad no fue difícil, no lo hizo de una buena forma ya que le robo dinero a sus padres pero juraba devolvérselos.
No les quito demasiado, lo suficiente para poder vivir ahí durante cuatro días... Aunque sabía que por poco que fuera le costaría caro si todo salía mal.
Acababa de huir de sus padres con tan solo dieciocho años, traicionó su confianza una vez más y ni hablar de que probablemente su psicólogo estaría decepcionado.
¿Sin embargo, esta mal decir que no le importaba? Porque no lo hacía en absoluto, merecería totalmente la pena si al final del día tenía sus frutos.
Por lo que tenía entendido, al siguiente día se celebraría una fiesta privada con todos los agentes por el reciente cumpleaños de un tal comisario Gordon... Era totalmente imposible colarse, a menos que sean Gustabo Garcia y tengan el mejor plan del mundo.
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