Capítulo 6

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Sé lo que estamos causando, y es un revuelo. Anat va con un vestido largo, marrón oscuro con corset, un escote y los pechos son sostenidos con tiras gruesas, además que tiene un corte en la pierna y un arma en su muslo.

Yo por mi parte tengo un vestido rojo con dos cortes hasta la uve de mi coño y un trozo del vestido en la mitad de mis piernas que tapa mis zonas lujuriosas.

Estamos increíbles, pero ahora tenemos que concentrarnos en la misión. Así que, a por nuestras nuevas víctimas.

Nos acercamos a una pequeña mesa y nos quedamos analizando el sitio. Es bastante grande y hay muchas personas, una de ellas mi víctima y su familia.

- ¿Cómo empezamos?- mira hacia su nuevo capitán y yo sin que lo note a mí general.

- Daré una vuelta para ver dónde está Alessandro- me avisa Anat sonriendo forzosamente.

- Vale, yo me quedaré a vigilar a los invitados- le digo.

Después de unos minutos, escucho como suena mi teléfono.

Cojo el bolso y me alejo del gentío, subo unas escaleras hasta ver un pequeño balcón. Acepto la llamada y espero a que hablen primero.

- Señorita- me llama Marisabel y me empiezo a preocupar.

- Dime.

- Raine se ha despertado y exige hablar con usted. ¿Se la paso?- me pregunta.

-Claro- respondo mirando el paisaje que tengo desde el balcón.

- Hermanita- me dice Raine- He tenido una pesadilla- solloza a través del móvil- Esta vez no ha sido el retrete que me perseguía- algo en mi se me comprime, pero no lo demuestro.

- Ahora no puedo, dentro de un rato volveré a casa y lo hablamos- escucho los sollozos de Raine- No tardaré, te lo prometo. ¿Quieres que le diga a Bella que vaya a casa y se duerma contigo?.

- Vale, pero por favor no tardes- cuelgo y llamo a Bella.

- ¿Estás ocupada?- en realidad me da igual si lo está o no, porque hará lo que le diga.

- No, ¿qué pasa?- me pregunta.

- Raine ha tenido una pesadilla. Ve tú, yo no puedo- espeto y cuelgo para que no diga nada.

Respiro y suelto una bocanada de aire.

-¿Mal día?- preguntan detrás de mí.

Cojo el arma de mi muslo lo más rápido que puedo y le apunto a la persona que tengo atrás, al pensar que puede ser Alessandro.

-Agg- este no debería de estar aquí. Devuelvo el arma a su sitio, con su atenta mirada en cada movimiento que hago.

- No deberías de tener eso aquí- me señala el arma.

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