Yo me voy a la última y Nathaniel espera fuera para poder vestirme, Marcus y Henry se van la otra.
Entro al pequeño vestidor, cierro la puerta de rejillas y no pongo el cerrojo, ya que no hay. Está oscuro y las luces de fuera son tenues. Me quito mi ropa y la dejo en el suelo. Cojo el traje abriendo la cremallera que tiene atrás.
El traje negro es demasiado ajustado, aprieta mis piernas y los zapatos que tienen son un poco grandes, pero son cómodos.
El traje no sube más de mis muslos y empiezo a apretar para arriba.
- Maldita mierda- mascullo bajito para que no me escuchen.
- ¿Qué ocurre?- pregunta Nathaniel desde fuera.
- A esto le cuesta subir- digo ya con dolores en los brazos.
Escucho la puerta abrirse un poco y el aroma de Nathaniel invade todo el vestidor. No quiero que se acerque a mí, porque me pondré nerviosa y haré tonterías.
No dejo que me toque y me intento subir el traje, para que vea que no soy ninguna inútil y pueda demostrar que un estúpido traje no puede conmigo.
- Para, que lo vas a romper- me advierte cerca de la oreja. Está frente a mí, nuestros pechos se tocan cuando pasa la mano despacio por mi media espalda hasta llegar a la cremallera- No lo tenías bien bajado- susurra
Me lo baja lento sin quitar los ojos de los míos, las luces tenues de fuera atraviesan las rejillas y hacen que brillen nuestras caras con líneas.
Pasa la lengua por sus labios rojizos y yo me muerdo la parte inferior de los míos.
- Te brillan los ojos- susurro más para mí que para él- Como un mar brillante y limpio.
- Pues tú estás roja, parece que te hubiera dado una insolación- suelta su mano cuando baja la cremallera entera.
Intento volver a subir el traje, pero mis manos sudorosas no ayudan con el trabajo y se me resbalan los dedos a la hora de subirlo. Nathaniel intenta ayudarme, pero lo aparto.
- No necesito más tu ayuda- sentencio volviendo a intentarlo.
- Para- posa sus manos alrededor de mi cintura desnuda, ya que estoy en ropa interior. Siento una corriente que me eriza todos mis bellos, pero eso no me para y vuelvo a intentar subirlo- Para, que así lo vas a romper- dice entre susurros.
Me rindo de pelear y él se agacha hasta quedar a la altura de mis muslos- Separa un poco- obedezco sin que me lo pida dos veces.
Me lo sube casi sin esfuerzo hasta la cintura. Se levanta, se acerca a mí y pega su frente con la mía, respiramos el aire del otro, mientras sube todo el traje. Me pongo las mangas y él lo cierra sin cambiar de posición.
No quiero irme. Estamos unos segundos así, sin movernos, transmitiendonos mensajes sin usar los labios. No puedo seguir con esto, ya que puede hacerme daño, así que me aparto y toso un poco.
- Debería salir- digo para acabar con esto.
Salgo y cierro la puerta a mi espalda, me encuentro a Marcus ya vestido y Henry dentro.
- ¿Sigues enfadado?- le pregunto con la boca pequeña.
- No tanto, se me ha pasado, pero no dudes que te la devolveré.
Salen los demás y nos preparamos para salir de la central. Las afueras de la central están menos agitadas, ya que todos están o dentro de las furgonetas para controlar todo desde ahí, o dentro de la central.
Subimos los cuatro en una furgoneta negra, nos ponemos en la parte de atrás de la furgoneta y Nathaniel delante.
El viaje es rápido y silencioso, nadie habla. Creo que están nerviosos o tienen miedo, yo de lo único que tengo miedo es morir y dejar a Raine sola o que me pillen que soy una infiltrada.
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MISIÓN KEINOX
RomanceHera. ¿La reina de todos los dioses o la reina de la muerte?. Calculadora, sensual y si te descuidas te llega robar hasta el alma. Son cuatro Hermanas destinadas para que una de ellas sea la reina de la mafia y ese poder es para Hera, sin embargo, ¿...