Capítulo 37

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La mañana empieza con demasiado frescor, me pongo una bata de algodón. Bajo a la cocina de mi mansión y le pido a Marisol que me haga una taza con té verde calentito.

Nathaniel sigue dormido y Raine también, son las siete de la mañana de un sábado y de un invierno casi primavera.

Raine no ha parado de hacerme fotos durante el embarazo y Marcus viene casi todos los días para contarme los cotilleos de la central y nos hacemos la manicura.

Mis sumisos ya no están desde que nos instalamos, los puse a trabajar y no quería ver a ninguno. 

Los vestidos apretados no me caben y son una de las primeras cosas por las que lloré cuando me empezó a crecer la barriga. Henry ha venido para pasar año nuevo al igual que Bella.

Bella ha estado durante todo el embarazo conmigo, me ha dado apoyo y me ayudó a vestirme cuando no he podido.

El ruido en la sala me saca de mis pensamientos. No es un ruido normal y el olor a pólvora me lo confirma.

- Marisol- le susurro- No me mires, ve a por Nathaniel y avisa que tenemos un código azul. Después pasa por Raine y llévatela con Anat- digo con una sonrisa.

- ¿Y usted?- me pregunta.

- Me tomaré el té tranquilamente- yo asiento con la cabeza y ella sale casi corriendo.

La AK 47 que tengo escondida debajo de la encimera de la isla en la que estoy sentada, le alcanzo el mango, hay muchas armas en la casa escondidas para que Raine no las coja y son las medidas que cogí por si pasaba algo.

Escucho a siete personas en la casa, los pasos son sigilosos y me están rodeando. Sé que son de la mafia, pero de una parte muy específica.

La chaqueta antibalas está en la sala y no podré cogerla. El código que uso con Nathaniel es el azul.

Significa que hay gente en casa, pero yo sabía que tarde o temprano me cazarían, por eso hice maletas, con pasaportes falsos y ropa antes.

Las lentillas de color claro y el teñirme de negro entero el pelo no les pararan los pies, sin embargo tuvimos tiempo para prepararnos con armas.

El problema de todo esto, es que no tengo la misma flexibilidad, ni la fuerza de antes ya que los monstruos que tengo dentro pesan demasiado.

Escucho como arman el franco tirador, en este punto Raine ya se está dirigiendo con Anat, y Nathaniel está en coche esperando.

El primer disparo es por parte de ellos, me voy detrás de la isla con la AK 47 en la mano. Hay muchos arriba de las escaleras con armas más rápidas que la mía, pero menos potentes.

Empieza la balacera, disparan a todos lados, mientras yo me mantengo detrás de la encimera, con una pierna hincada en el suelo.

Algunos están cayendo y al parecer Nathaniel no se ha ido. Como había previsto, ese badboy nunca me echa cuenta.

Empiezo a disparar ayudándole dando de baja a algunos que le están disparando. Nathaniel se encarga de los demás y cuando quiero volver a ayudarlo escucho como alguien entra a la cocina con cuchillo en mano.

- Hermano- le saludo cuando me giro a encararlo.

- No me detendré aunque estés preñada- me advierte.

MISIÓN KEINOXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora