MISIÓN KEINOX

Epílogo

EPÍLOGO.

DIEZ AÑOS DESPUÉS.

RAINE.

Ha pasado mucho desde la muerte de Hera, recordarla duele demasiado a pesar de los años. Me sigo acordando de las noches de película y las tardes de parque al igual que las historias de diosas y dioses.

No se me olvida nada. Hoy es su aniversario. Desde que la enterramos, se veía tan tranquila que pensaba que dormía, no paré de moverla y llorar para intentar despertarla, pero nada.

"Nada ha sido igual, después de tu partida en el cementerio, muchos lloraron.

Bella fue una de ellas, pero a la que más le dolió tu partida fue a Hela, cuando fuimos al hospital, te dieron la hora de muerte. Hela en tu entierro no paraba de preguntar dónde estaba su madre.

Ethan sabía que pasaba, pero les dolió mucho ya que te veían todos los días. Anat no se perdona el que pudiera haber hecho algo más.

Akila quedó destrozada, no obstante se recuperó. Marcus fue uno de los que cambiaron, ya no es soldado, es profesor de preescolar.

Henry siguió con su profesión y ahora es teniente en Francia, sus hijos están con él y con su abuela. Anat se ha quedado la mafia, ya que alguien debía de ponerlos a raya y como tú no estabas se posicionó como la nueva reina de la mafia.

Después de tu muerte, Nathaniel tuvo una recaída, tuve que ocuparme de Hela y Ethan y pasar mi duelo, Bella estuvo ayudándole y salió meses después.

Yo caí en depresión y tuve que soportar un tratamiento para trastornos alimenticios, ya que me culpaba de tu muerte y no podía comer. Bella intentó tratarme; sin embargo, no obtuvo éxito, Nathaniel me internó en un psiquiátrico para ayudarme.

Me estuve cambiando de psiquiátrico casi cuatro veces, hasta que conseguí salir de la depresión dos años después, salgo sana.

Bella se casó en Latinoamérica y está embarazada, vive allí. He retomado tu antiguo diario, ahora estoy escribiendo en él apoyada en tu tumba, espero que no te moleste."

Las lágrimas sobresalen de mis ojos y retomo la escritura.

"Vengo a menudo sola, escribo qué tal mi día y vuelvo a un piso solitario, ya que no quiero molestar a Nathaniel y con un tercio del patrimonio que me dejaste me lo puedo permitir. Fenrir enfermó hace algunos años y murió, siempre se escapaba y nadie sabía a dónde iba, pero volvía lleno de tierra. Yo sí lo sabía, ya que cada vez que venía a verte veía patitas de perro en la tierra.

Te echo de menos. Esa tarde debí morir yo, ya que tú dejaste mucho aquí, a tus hijos, a tu marido y a tus familiares.

Vendré mañana para contarte algunas otras cosas.

Pd: Tengo la historia de la luna y el sol, se la cuento casi siempre a Ethan y Hela."

Me levanto de la tumba de Hera qué está junto a la de Fenrir, beso ambas y me alejo no antes de cambiar las flores secas por otras frescas.
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•★FIN★•