- Uno Raine no está sola, dos cuidaré muy bien de ella y te llamará siempre, y tres deja de pensar en ella y céntrate en ti- me regaña seria y metiendo lencería de encaje en la maleta- Folla con un árabe, vete a la playa, ve de fiesta, bebe, fuma, haz lo que quieras y disfruta que cuando vuelvas estaremos igual.- Sabes que no puedo- reviso si falta algo en la maleta.
- Te convenceré en estos tres días- me dice cogiendo una falda de mi armario y probando si le queda bien.
- Suerte- cierro la maleta dejándola a un lado de la habitación y saliendo de esta.
Bajo a la sala y me sorprendo al ver a Anat y Akila en el sofá sentadas. Anat solo tiene pequeñas secuelas por la pelea y no me habla, ni siquiera me saluda; sin embargo, Akila sí, y viene hacia mí abrazándome y saludándome con dos besos.
- ¿Qué tal estáis?- pregunta Akila- Veo que tenéis un perro. ¿Le habéis puesto nombre al perro?- lo acaricio, pero él, ni la determina.
- Se llama Fenrir- respondo y cuando digo su nombre se levanta y se apoya en dos patas y las otras dos en mi vientre jadeante y moviendo la cola.
- Tenéis un perro raro por no decir feo y encima su nombre también lo es- habla Anat- He venido por una urgencia familiar- dice ella.
Raine aparece y se va con Akila a acariciar a Fenrir. Bella me mira preocupada, pero yo la tranquilizo con una mirada. Llevo a Anat al despacho de la segunda planta y me siento en una silla de la mesa de reuniones.
Nos sentamos cada una en un extremo de la mesa rectangular y veo que ella está tensa, no sé si por lo que me va a decir o por la pelea que tuvimos.
- No te pediré perdón si es lo que esperas- le digo para que no se espere nada de mi.
- Yo tampoco te lo pediré a ti.
- ¿Aún sabiendo que era tu culpa que me provocaras?- le pregunto con tono indiferente y relajado.
- Aún sabiendo eso. Además, no he venido por eso. Como ya he dicho, esto es importante.
- Habla- puntualizo para que empiece.
- Padre se comunicó conmigo ayer- traga saliva y pone su espalda recta- Nos manda que vayamos a una reunión entre Mafias, más que una reunión es una pequeña fiesta, luego harán la reunión.
Me quedo estática, sin moverme y sin pestañear. Mierda. Sabía que en algún momento tendría que bajar a la realidad, sabía que esta no era mi vida, era la vida de Celia, pero no la mía.
Ahora tengo que ejercer de Hera, la chica rota, condenada por demonios y privada de ser feliz. Empiezo a hiperventilar, siento mi corazón latir muy rápido, me empiezan a temblar las manos y empiezo a respirar rápido. Yo quiero la vida de Celia, la vida de esa Hera sonriente.
Veo todo borroso, intento levantarme, pero caigo al suelo; sin embargo, veo que Anat se acerca a mí y me abraza. Siento sus brazos rodeándome y de la nada entra Bella separando a Anat de mi.
Veo como Raine empieza a llorar, Fenrir se acerca a mí y empieza a lamer mi mano, Akila no se pone nerviosa y se lleva a Raine presa del llanto.
Yo solo pienso en querer ser feliz, no quiero irme de aquí y dejar todo. Siento como padre me vuelve a coger del cuello y siento sus manos alrededor mía, escupiendome, madre riéndose de mí y pegándome en la espalda con una fusta.
Siento una presión en mi corazón, pero veo que Bella tiene los ojos llorosos, mientras me intenta hablar. De un momento a otro dejo de pensar en mi infierno y escucho a Bella.
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MISIÓN KEINOX
RomanceHera. ¿La reina de todos los dioses o la reina de la muerte?. Calculadora, sensual y si te descuidas te llega robar hasta el alma. Son cuatro Hermanas destinadas para que una de ellas sea la reina de la mafia y ese poder es para Hera, sin embargo, ¿...