Capítulo 22: El regreso a casa

85 12 0
                                    

Dana

Han pasado dos semanas desde año nuevo y no he sabido nada de Luca. Solo sé que le dijo a Luis que necesitaba unas vacaciones. Pero nadie me dice dónde se fue.

Le he llamado y escrito, pero no quiere saber nada de mí. Sé que no ha bloqueado mi número. Le llegan mis mensajes y las llamadas también. Mis hermanos y mis padres se han volcado conmigo. Álex volvió de Italia y Chris. Que puedo decir de Chris. Me ha cuidado como si fuese lo más preciado que tiene. Entre los dos en casa me hacen reír mucho.

Regresé al trabajo tras las vacaciones de Navidad y me he volcado en él disfrutando de los momentos con mi familia y mis amigos.

Hoy es el cumpleaños de David. Primero hemos comido en casa con toda la familia incluidos Álex y Chris. Ha venido Laura que llevaba meses desaparecida en combate.

Sigue tan estúpida como siempre. Creo que lo suyo va en la sangre. Ahora estamos todos menos Álex, que ha quedado con una de muchas. Parece que lo de la italiana, solo era serio en Italia. Aquí ha vuelto a las andadas. Estamos a las puertas de una discoteca porque vamos a celebrar con unos amigos que mi hermano se hace más mayor. Ya hemos entrado, seremos unos 20 y llevamos unos minutos bebiendo y bailando cuando de repente llega Luca con una rubia impresionante debajo del brazo. Se le ve bien, sonriente y la chica parece que va comérselo.

Cuando me ve se le quita la sonrisa de la boca y agarra con más fuerza a la zorra que trae. No ha tardado ni dos semanas en conseguir repuesto. Bueno, seguro que al día siguiente de estar en Madrid ya estaba tirándose a alguna de las modelos que tanto le gustan. Y yo aquí haciendo el gilipollas.

Si es que soy tonta de remate. Luca se pone a saludar a todos, incluso al llegar a Chris se dan un fuerte abrazo y veo como Chris le da un par de palmaditas a la espalda. ¡Este es gilipollas! Luego se va a enterar. Al llegar a mi altura me salta y la rubia me mira con mala cara. ¡Zorra! Tú también me caes como el culo.

Me dedico a beber mucho, llevo un pedo considerable, Luca y la zorra han desaparecido. Estarán follando en algún baño. Decido bajar a la pista. Llevo un rato bailando y zorreando con unos y con otros cuando veo a la rubia de Luca sola en la barra. Esta es la mía.

— Hola —me acerco por detrás, la chica da un respingo del susto y me mira. Tiene unos ojos color caramelo muy grandes, antes no me había fijado. La tía es un pibón, eso debo reconocerlo —¿Te han dejado sola?

Me mira como si no entendiese bien, aunque yo igual balbuceo un poco del moco que llevo.

— Igual Luca se ha ido a follarse a alguna al baño. Le gustan los polvos en el baño.

— Parli italiano? —¿que si sé italiano? ¿Es italiana? No me jodas.

— Come se Luca fosse andato a fare sesso con qualcuno in bagno. —creo que le estoy diciendo que igual está fallándose a alguna en el baño. Sé algo por Álex, pero no sé gran cosa. Ella abre los ojos como platos.

— Non credo che se ne sia andato senza di me — ¿Qué no crees que se haya ido sin ti? O pequeña créeme, Luca es un gilipollas con la polla muy grande y no sabe pararla quieta.

— Povero caro. Per lui sei solo una puttana in più da portare a letto —le dejado claro que solo es una puta más de las que se lleva a la cama.

Espero haberlo dicho bien. De repente ella se pone roja y me suelta una bofetada.

¿A mí? Será zorra.

La agarro del pelo y entonces ella se retuerce, empieza a soltarme patadas y con una de ellas la suelto. Entonces me empuja y casi caigo al suelo, pero, me agarro a un tipo para no caer y vuelvo y le suelto un puñetazo en toda la tripa a la retrasada esta.

Un amor diferente. (Serie Amor Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora